La bolsa española sigue camino de máximos anuales mientras el mercado reverdece al calor de las inversiones estructurales en Alemania y de la posibilidad e paz mirando a Ucrania, a pesar del caldo de cultivo que supone el hecho de que, de forma latente, las decisiones erráticas y cambiantes de Donald Trump se visualicen en el mercado. 

Ante este ambiente, los valores del selectivo español reverdecen. De hecho, de los 35 del Ibex apenas ocho valores se mueven a la baja en lo que de año, y la cuantía general de sus caídas se está reduciendo. 

Pero hay, en concreto, algunos valores que han perdido posiciones de forma estrepitosa, en una o varias sesiones en los últimos tiempos y nos preguntamos si, tras la debacle se ha creado una real oportunidad de compra en el mercado. 

El primero que hemos escogido es IAG (Iberia) que vivió en gloria propia la presentación de un resultados que gustaron y mucho al mercado. Y, sobre todo, el esperado incremento que se produjo en el reparto del dividendo. Ese reparto al accionista, con pago adicional de 0,06 euros por acción daba alas al valor. 

Pero desaparecida la euforia compradora, el 4 de marzo llegaban caídas al cierre del 7,72%, que se prolongaron, con un rebote intermedio y con pérdidas superiores al 14% para el valor como añadido. 

El motivo, el cambio de sesgo de los analistas y noticias como la que indicaba que AIR France - KLM ofrecía hasta 300 millones de euros por hacerse con Air Europa.

Desde Barclays a Jefferies pasando por Deutsche Bank reducían el potencial recorrido alcista de un valor que subía más de un 150% desde mínimos, un aumento vertical sin casi descanso, que ahora se produce. 

Aun así, las caídas han dejado potenciales todavía a doble dígito para el valor, que lleva tres sesiones consecutivas recuperando más de un 6,5%. 

Ya en el caso de Grifols A, la euforia llegaba de la mano de su Capital Investor Day en Londres y sus resultados a cierre de 2024. Subidas del 14% a finales de febrero, incluso con la vista puesta en el reparte de dividendo y una mejora más que sustancial en su beneficio. 

Buenos augurios, tras un año de calvario tras el informe demoledor que otorgaba valor cero para los títulos de Grifols y que le llevaban a descender en picado desde los 15 euros en enero de 2024. Y tras su último mejor momento, con precio de cotización por encima de los 11 euros cuando se esperaba una OPA por parte del fondo canadiense Blookfield. 

Pero lo cierto es que, la sombra de Gotham y los problemas derivados de lo que se le acusa a la empresa, falta de transparencia en sus relaciones entre Grifols y los Scranton con derivas económicas, siguen pesando sobre sus acciones. 

Y es que varios días después, el 6 de marzo, se iniciaba un descenso de seis días continuados de recortes, que superaron el 16% acumulado para el valor, que se iniciaba con el recorte de presencia de JPMorgan Chase sobre el capital de la compañía de hemoderivados y que seguía con la corrección de valoración de varias casas de análisis, entre ellas, de Deutsche Bank. 

También por la posibilidad de que la CNMV le pudiera imponer una multa de hasta 400 millones de euros y con el rechazo de la compañía ante las irregularidades contables del expediente sancionador iniciado por la Comisión a finales del pasado año, y su informe publicado ahora sobre el presunto 'dolo continuado' en la alta dirección de la empresa. 

El último valor en el que ponemos el foco es en Inditex, que frente al resto, no ha iniciado todavía el camino decidido de la recuperación, tras la debacle que supuso la presentación de sus resultados. 

El valor más grande de la bolsa española, sufría un espectacular mazazo el pasado día 12 con motivo de la presentación de resultados. Y es que sus cifras récord en el pasado ejercicio, no se correspondían con el futuro, con la ralentización de ventas ya presentes en sus primeros números, que ya anticipa, del presente trimestre. 

Menor consumo, marcado por la desconfianza, que llevó al valor a perder un 7,5%, pero que sumado a las caídas previas y posteriores, superaban claramente el doble dígito. 

Y es que, tras las cifras, todas y cada una de las firmas que siguen la valor han recortado su precio objetivo, que, en el mejor de los casos dejan con menor recorrido frente a su cotización actual, algo superior a los 45,5 euros por acción y lejos de sus máximos históricos de 56,34. 

De hecho, tras perder más de 17.230 millones de euros de valor bursátil, HSBC dejaba en 54 euros su potencial progresión alcista a 12 meses vista, como Jefferies e incluso, Bank of America algo por encima, en los 56. Pero todos, como decimos, con revisión a la baja.