Sería una plataforma destinada a comercializarse en países europeos y su acceso sería a través de streaming con acceso directo o con otros operadores de cable.
La idea nace en un momento de expansión de servicios como Netflix, Amazon o HBO y Telefónica también quiere su trocito del pastel. En enero de este año anunciaba la creación de catorce series de producción propia entre 2017 y 2018 con una inversión de unos 100 millones de euros, que tendería a crecer en próximos ejercicios. Muy lejos de sus rivales, como Netflix, que invierte unos 6.000 millones de dólares al año en contenidos, aunque solo unos 1.000 serían para series propias.
Hace unos meses, los expertos de Citi publicaban una nota en la que aseguraban que Telefónica estaba muy bien posicionada para beneficiarse del auge de la digitalización, algo que no ocurre con otras de sus rivales.
Señalaban que “toda la infraestructura que las operadoras han tardado décadas en inventar, en desarrollar y en instalar es ahora la columna vertebral de la llamada economía digital. “Esta revolución ha creado a algunas de las empresas más grandes del mundo que generan sus beneficios usando las infraestructuras que el sector de telecomunicaciones ha construido”. Esto había provocado que mientras que las operadoras llevan años creciendo entre el 0 y el 3%, el sector de servicios de internet –que es el que usa sus infraestructuras- crece a tasas seis veces mayores.
Para los expertos de Citi la industria de las telecomunicaciones no debe bajar los brazos y acomodarse o conformarse con ser un sector en el que los inversores solo buscan rentabilidad por dividendo –y poco más-. Para ellos la industria tiene dos opciones: o siguen siendo el proveedor de infraestructuras del sector digital, o son ellos mismos los que se embarcan en la transformación digital. Y eso es lo que está haciendo Telefónica con proyectos como la producción propia, o sus canales de videojuegos. Vea también: “las teleoperadoras necesitan digitalizarse y Telefónica podría estar preparada”
Para ver la necesidad que tienen este tipo de compañías de reinventarse, solo hay que echar un vistazo a su evolución en bolsa y compararla con el comportamiento de rivales como Netflix.
En lo que va de año, las acciones de la operadora española se han revalorizado alrededor de un 6%, frente a tasas de casi el 40% de Netflix.
En un año, Telefónica sube poco más de un 3%, frente al 77% de Netflix.
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión sitúan a Telefónica en fase de consolidación, con una puntuación de 6,5 en una escala que llega al 10.
En el caso de Netflix, los Indicadores le dan una puntuación de 9, lo que lo sitúan en una clara fase alcista.