Si lo que buscamos es optar por uno de los grandes bancos del Ibex 35, entre Banco Santander y BBVA quien parece tenerlo muy claro es RBC.
La entidad canadiense deja sin cambios tanto la recomendación como el precio objetivo de ambas entidades desde su última revisión.
De esa forma califica de sobreponderar a las acciones de BBVA con un precio objetivo para el valor que sitúa en los 11 euros por acción. Ese PO otorga a la entidad financiera vasca un potencial de mejora en su cotización frente al cierre de ayer del 23%.
Ya en el caso de Banco Santander, RBC califica de neutral o 'sector perform' a la entidad financiera cántabra con precio objetivo de 4,95 euros por acción. De esta forma la posible mejora potencial de su recorrido alcista sería del 12,5% desde su cierre de ayer mismo.
De esta forma otorga a ambos bancos una potencial mejora a doble dígito, pero su analista Anke Reingen destaca que, entre la banca europea, la creciente incertidumbre económica está eclipsando actualmente los datos fundamentales de las principales entidades del Viejo Continente.
Dentro del sector, prefiere instituciones financieras con una menor dependencia del margen de intereses, un mayor enfoque en EE.UU.y una gestión de costes más estricta.
Sus acciones industriales preferidas son Barclays, UBS, Julius Baer, Deutsche Bank, BNP y OSB Group.
Mientras las entidades españolas se ven esta semana aquejadas por el efecto aranceles por parte de Trump, y debido a su diversidad geográfica, y a su presencia en México, ambos valores han mostrado recortes.
En especial BBVA donde más de la mitad de sus beneficios provienen del país al que el presidente electo americano quiere imponer nuevas medidas aduaneras con gravámenes del 25% a la llegada de sus productos a EEUU.
Pero Santander también depende en sus cuentas, en menor medida, pero en un 13% de aquel país, de ahí el efecto negativo.
Mientras, no se ha reflejado en la cotización el sí de Bruselas a la OPA hostil de BBVA sobre Sabadell, ya que la Comisión Europea no ve impedimento, por parte de capital estatal extranjero, para frenar la operación.