Sólo lucen retornos acumulados de doble dígitos materias primas como el petróleo, el gas natural, la gasolina sin plomo o materias primas agrícolas a las que la guerra ha afectado su suministro como el trigo. En las divisas, el dólar estadounidense está protagonizando un gran ejercicio, lo mismo que la mayor parte de monedas latinoamericanas a las que la demanda de materias primas les beneficia. En los índices bursátiles, los retornos se ven en contadas excepciones como en América Latina o países con poca tradición en las carteras de los inversores españoles como Turquía, Nigeria, Indonesia o Arabia Saudí.
Sin embargo, Portugal es un faro de luz ante tanta oscuridad para los inversores. El PSI acumula una revalorización del 10,85% por encima del 0,26% del IBEX 35, del 2% del FTSE 100 de Londres y a amplia distancia de índices que caen en torno a un 10% como el Dax alemán, el CAC 40 francés o el EURO STOXX 50. El FTSE Mib italiano cede un 11,20% en lo que va de año. El índice luso cotiza en máximos desde 2015.
“Se han girado las tornas, por primera vez en muchos años hablamos de que la bolsa española junto a la portuguesa están siendo de las bolsas más defensivas a nivel mundial”, apunta José Lizán, gestor del fondo Rreto Magnum Sicav en Quadriga Funds. El mercado portugués siempre ha estado presente en las carteras de los gestores ‘estrella’ españoles, en especial entre los afamados inversores en valor como Francisco García Paramés (Cobas), Álvaro Guzmán de Lázaro (AzValor) o Javier Ruiz (Horos AM).
Un rasgo a tener en cuenta con el PSI portugués es su pequeño tamaño con un volumen negociado que apenas representa el 3%, por ejemplo, de la Bolsa de París y menos del 6% de la de Ámsterdam, su iliquidez y el peso que tiene a compañías familiares, muchas de ellas expuestas a las materias primas. Las subidas se explican, en gran medida, por la composición sectorial del índice muy ligado a compañías de valor en sectores tradicionales, la exposición de sus compañías a Brasil y cierta estabilidad a nivel político con el socialista António Costa al frente del país desde 2015. A nivel macroeconómico, la Comisión Europea pronostica que el país vecino tendrá el mayor crecimiento con un 5,8% este año gracias en parte a la caída de los años anteriores (un 10,8% en 2020) y la menor inflación de la UE en un 4,4%.
La petrolera Galp, que opera estaciones de servicio también en España, se revaloriza en lo que va de año un 39% y lidera la tabla de rentabilidad en lo que va de año, seguido del Banco Comercial Portugués que luce un retorno acumulado del 36,55%, el conglomerado papelero y cementero Semapa un 33,85%, la cadena de tiendas Ibersol un 22,85%, la papelera Navigator un 22%, la operadora de telecomunicaciones líder en Portugal Nos un 15%, la operadora del sistema eléctrico Ren Redes un 11,85% y la minorista Sonae con un 10,3%.
Ocho de sus 19 componentes escalan más de un 10% este año y sólo seis compañías acumulan retrocesos en lo que va de año. CTT Correios de Portugal es el ‘farolillo rojo’ con un descenso del 18,66%,la fabricante de tapones de corcho Corticeira Amorim un 8%, la cadena de supermercados Jerónimo Martins un 7%, la maderera Ramada un 7%, la eléctrica EDP un 4,4% y la consultora informática Novabase un 0,8%.