Lo cierto es que será la cita mundialista más cara de la historia con una inversión de 14.000 millones de dólares, en torno al 1% del PIB ruso. Y además repartirá los premios más elevados que nunca se hayan visto con una dotación económica para los premios de 791 millones, elevando el listón del último Mundial en Brasil que dio 576 millones y los 420 millones que distribuyó el campeonato celebrado en Sudáfrica.
El Mundial de Rusia cuenta con el patrocinio de doce grandes compañías multinacionales y cuatro empresas rusas. Se da la casualidad que todos los patrocinadores internacionales tienen recomendación de compra por el consenso de los analistas, mientras que las dos rusas que cotizan en bolsa, Alfa Bank y Rostelecom, tienen el cartel de ‘mantener’, según los datos que recoge Reuters.
La que mejor está en bolsa en el año es la compañía láctea china Mengniu Dairy con una revalorización en 2018 del 20% y recomendación de compra en la bolsa de Hong Kong. La asiática, sin embargo, es también la más ‘cara’ por PER (ratio precio-beneficio) de 43 veces. Visa y Adidas se revalorizan cerca de un 19%, tiene también consejo de compra y cuentan con un PER elevado en el año de 38 veces.
El valor con mayor potencial de revalorización es Gazprom con un 39,75% hasta los 194,75 rublos rusos desde los actuales 139,4 rublos en los que cotiza la gasística rusa. En lo que va de año se revaloriza un 6,78% en lo que va de año.
El Mundial de Rusia también demuestra el potencial económico de las empresas asiáticas, ya que hasta cuatro empresas de las doce son de esta región, como Mengniu Dairy, Hisense, Wanda y Kia Motors-Hyundai. Tres son estadounidenses como Visa, McDonald’s y Coca-Cola, mientras que sólo hay un patrocinador de Europa occidental como Adidas, que cotiza en el Dax 30 alemán y en el Eurostoxx 50.
Los analistas de Goldman Sachs apuntan que los últimos años de Mundial desde 1970 un patrón que ha seguido la renta variable es que la bolsa del país ganador se revaloriza un 3,5% respecto al MSCI World, el índice mundial de bolsa. “Esto responde a la mayor demanda de los inversores por tener exposición al mercado del país campeón", añaden. Sin embargo, este patrón sólo es perceptible en el corto plazo, ya que su efecto se ve diluido en los ocho meses siguientes de acuerdo con el estudio del banco de inversión estadounidense.