Las aseguradoras invierten parte de sus fondos en grandes carteras de bonos y productos de renta fija por lo que el hecho de que salgan al mercado nuevas obligaciones y letras con mayor rendimiento beneficia esta inversión. Asimismo, las aseguradoras pueden ofrecer productos para los ahorradores más conservadores con una rentabilidad más atractiva, lo que supone incrementar las comisiones de estas compañías.
Al comienzo de 2022, el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ya afirmó que la normalización de los tipos de interés hará que las aseguradoras sean "más atractivas" para los clientes, al poder ofrecer productos "más interesantes", desde el punto de vista de la rentabilidad. "No tenía sentido ofrecer al cliente un producto en el que, a 20 años, recibiese menos de lo que aportó; ahora sí, ahora con un incremento del tipo podríamos ofrecer productos interesantes que hagan otra vez pensar al español ahorrador/inversor que invertir en productos aseguradores tiene sentido", comentó.
A corto plazo, sin embargo, 2022 ha sido muy malo para la renta fija por el descenso de las valoraciones por la rápida subida de los tipos de interés y además se ha visto un incremento de los diferenciales de crédito. Es decir, el mercado exige a las compañías una rentabilidad extra por encima de la de la deuda gubernamental más alta. Los bonos terminaron 2022 con una pérdida de más de un 16%, lo que supone el peor ejercicio de la historia para la deuda y encadenar por primera vez dos años de descensos.
Entre los grandes tenedores de la deuda pública española figuran las aseguradoras. La deuda total emitida por el Estado español llega a los 1,22 billones de euros, de los cuales el 41,06% está en manos de inversores extranjeros, el Banco Central Europeo (BCE) controla el 33,78%, los bancos nacionales poseen un 13,57% y las aseguradoras un 7,16%. El sector incrementó sus posiciones un 3% entre enero y octubre de 2022, según los datos del Tesoro Público español.
¿Cómo se han posicionado las tres aseguradoras cotizadas, Mapfre, Catalana Occidente y Línea Directa, ante el movimiento de la renta fija? “En el 2022 hemos mantenido la cautela en los tramos más largos de la curva, al ser los más vulnerables ante las subidas que se han producido con las políticas restrictivas de los bancos centrales. Hemos reinvertido en posiciones cortas y medias donde hemos visto más valor. Mantenemos además una alta calificación crediticia en nuestra cartera ante la incertidumbre económica de riesgos geopolíticos, inflación y subida de tipos”, explica Carlos Rodríguez, director de finanzas de Línea Directa.
“La situación de los tipos de interés a largo plazo en negativo durante los últimos años ha motivado que hayamos mantenido unos niveles de tesorería por encima de lo habitual, por lo que estamos en disposición de aprovechar la nueva situación del mercado tras el cambio de la política de los bancos centrales y la subida de tipos de interés. De hecho, ya estamos viendo un impacto positivo en la rentabilidad de nuestras inversiones, así como en la rentabilidad de los productos de vida que forman parte de nuestra oferta”, según apuntan fuentes de Catalana Occidente.
Desde Mapfre Economics, su director de análisis sectorial y regulación Ricardo González apunta que “2022 ha sido un año muy malo, de transición para la renta fija”. “Las aseguradoras arrancaron el año con carteras con duraciones cortas y desde la subida de tipos y el repunte de los bonos han ido tomando posiciones de mayor duración junto al mantenimiento de posiciones cortas. También han ido combinando deuda pública junto a renta fija corporativa con alta calificación crediticia. En el caso de Mapfre, los bonos de alto rendimiento, la inversión inmobiliaria y el ‘private equity’ de pymes representan sólo alrededor de un 10% del total de las inversiones”, añade.
Catalana Occidente concreta que a cierre del tercer trimestre, el grupo gestionaba fondos por un importe de 14.962,8 millones de euros. La inversión en renta fija representaba el 51,6% del total de la cartera, con 6.972,0 millones de euros. El 60,1% de la cartera tiene rating A o superior. La duración de la cartera a cierre de septiembre se situaba en 3,26 años y la rentabilidad en el 2,89%. “Realizamos una gestión de balance según la cual adecuamos los plazos de nuestras inversiones a los compromisos con los asegurados. Y como es habitual, mantenemos la prudencia dada la complejidad del entorno y la volatilidad de los mercados”, indican.
En el caso de Línea Directa tiene una exposición a la deuda pública española del 21% sobre el total de inversiones y un 50% de la cartera de renta fija. “Por su nivel de riesgo encaja perfectamente en el perfil conservador de nuestra cartera, y con la normalización de los tipos de interés y unos cupones por tanto más altos será aún más atractiva”, comenta Rodríguez.
Beneficio neto y cotización
¿Supone la mejora de la rentabilidad de la renta fija un catalizador para aumentar el beneficio neto de las aseguradoras? Desde Mapfre Economics comentan que evidentemente las caídas de las valoraciones suponen un incentivo para el incremento de las ganancias del sector, aunque este hecho ya está descontado en el precio de las acciones de las compañías.
“El desafío de este año para el sector es hacer frente a la desaceleración económica y mantener la rentabilidad en un momento de incremento de precios, en el que estimamos que el Índice de precios de consumo (IPC) de la economía española cierre el año en el 4,3%. En términos de cotización creemos que el efecto de la renta fija será más a medio y largo plazo”, valora González.
“No somos una compañía que hace trading con sus inversiones para mejorar la cuenta de resultados. Es cierto que la subida de los tipos de interés nos está permitiendo y nos va a permitir reinvertir con mejores tipos, elevando la rentabilidad de nuestra cartera de renta fija. Esto, lógicamente, se traducirá en una aportación mayor a la cuenta de resultados, pero en Línea Directa Aseguradora queremos generar beneficios con nuestra actividad y no con nuestras inversiones, que históricamente ha tenido un peso reducido sobre nuestros beneficios”, subraya Rodríguez.
Las acciones de Mapfre cerraron 2022 con una subida en el Ibex 35 del 8,9% y en lo que va de año avanzan un 3,59%, mientras que Catalana Occidente ascendió un 1,54% y en este 2023 escala un 1,86%. Línea Directa se dejó un 32,1% en 2022 y este año desciende un 7,12%.