El 19 de abril de 1924 nacía oficialmente la Compañía Telefónica Nacional de España y menos de un año después, el 31 de marzo de 1925, comenzaba a cotizar en bolsa. El principal accionista por aquel entonces era International Telephone and Telegraph Corporation (ITT), con sede en Nueva York.
La compañía se ha mantenido cotizada en Bolsa desde entonces, si bien en 1945 el Estado español (bajo el régimen de Francisco Franco) adquirió por ley una participación mayoritaria del 79,6%. Pero eso no frenó su crecimiento: para la década de los 60, Telefónica era ya la primera empresa de España, con 100.000 accionistas y 32.000 empleados. Fue en 1967 cuando la participación del Estado comenzó a diluirse mediante una ampliación de capital cuya campaña publicitaria fue tan popular que aún hoy hay algún inversor veterano sigue refiriéndose a las acciones de Telefónica como ’matildes’.
No obstante, la privatización total de la empresa llegó en los años 90 mediante dos ofertas públicas de acciones bajo los Gobiernos de Felipe González (1995) y José María Aznar (1999).
Para entonces, Telefónica cotizaba ya en el IBEX 35. El principal índice de la Bolsa española nació en enero de 1992 y tuvo como uno de sus primeros 35 componentes a la compañía, que siempre se ha mantenido en este exclusivo club durante estos 33 años transcurridos.
De hecho, las dos OPV realizadas por el Gobierno fueron todo un éxito, ayudando a impulsar en Bolsa a Telefónica hasta el punto de que en marzo de 2000 la capitalización bursátil de la compañía llegó a superar por primera vez los 100.000 millones de euros (106.370 millones), primera empresa española en lograr este hito. Si bien el estallido de la burbuja de las puntocom supuso un fuerte varapalo bursátil, siete años después, en 2007, se superaba ese récord, rozando los 107.000 millones de euros. Las ‘matildes’ se situaban por encima de los 22 euros.
Actualmente la cotización se sitúa en los 4,25 euros, niveles que le dan un valor en Bolsa de unos 24.000 millones de euros. Desde hace un año la teleco vive una nueva etapa en la que de nuevo el Estado es su principal accionista: la Sociedad Estatal de Participación Industriales (SEPI) controla un 10% del capital, superando el 9,99% de Criteria Caixa y el 9,97% de Saudi Telecom Company (STC), la teleco saudí cuya entrada supuso la respuesta del Gobierno.
¿Qué planes tiene Murtra para Telefónica?
La nueva estructura societaria también ha traído de la mano un nuevo liderazgo, con la salida en enero de José María Álvarez-Pallete de la presidencia y el desembarco de Marc Murtra. Desde el pasado mes de marzo el nuevo consejero delegado es Emilio Gayo.
Murtra, presidente ejecutivo de Telefónica desde el pasado 18 de enero y ratificado en la junta de accionistas del pasado 10 de abril, tiene por delante el reto de volver a dar impulso a la compañía. El nuevo equipo está preparando un Plan Estratégico que presentará durante el segundo semestre del año y que todo parece indicar que tendrá como prioridad Europa.
“La prioridad va a ser Europa, Europa y Europa”, señaló el empresario nacido en Blackburn ante los accionistas, “ha llegado el momento de que las grandes compañías de telecomunicaciones europeas puedan consolidarse y crecer para tener una escala que permita invertir, innovar y atraer talento de forma determinante”.
No obstante, “no habrá consolidación europea sin una consolidación previa a nivel intramercado”, matizó. “La consolidación europea del sector debe empezar dentro de los países. Si no es así, no tendrá racionalidad económica”.
De momento, la compañía está acelerando las desinversiones en Latinoamérica incluidas en su actual plan estratégico para centrarse en sus mercados principales: España (35% del EBITDA ajustado), Brasil (32%), Alemania (21%) y Reino Unido (consolidado por puesta en equivalencia a través de la joint venture VMO2). Recientemente se ha desprendido de los negocios en Perú y Argentina.
En Bolsa, de momento, los analistas se muestran cautelosos sobre el futuro a medio plazo. Según los datos recopilados por Reuters, los analistas fundamentales que cubren al valor le dan mayoritariamente una recomendación de ‘mantener’ y un precio objetivo medio de 4,20 euros que está por debajo de la cotización actual.
Las acciones han rebotado un 12,5% desde que en enero tocaron un mínimo de 3,757 euros. En octubre del año pasado, llegaron a tocar 4,55 euros.