Estadística aparte, IG defiende que el actual momento de mercado no es el adecuado para hacer gestión pasiva, por lo que hay que ser selectivo a la hora de invertir. El escenario macroeconómico que manejan es el de inflación con subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales, crecimiento económico -aunque por debajo de lo previsto por los grandes organismos internacionales- y un aumento del petróleo hasta 100 dólares.
“La fortaleza del precio del petróleo y otras energías como el gas natural ha provocado un fuerte aumento de precios tanto en Estados Unidos como en Europa. Algunos analistas, entre los que nos incluimos, pronostican que el crudo alcanzará los 100 dólares por barril, debido a que la recuperación de la demanda combinada con la caída de las existencias y las interrupciones del suministro deberían impulsar los precios al alza, después de iniciar el año con un repunte del 20”, argumentan.
Desde IG también apuntan que la subida de tipos en EEUU por parte de la Reserva Federal haga repuntar, como ya lo está haciendo, la rentabilidad de los bonos del Tesoro. “Un bono del Tesoro a diez años con una rentabilidad del 2% empieza a tener atractivo y a ser una alternativa al retorno por dividendo de las acciones, que en EEUU es del 1,33%. En renta fija ya hemos visto que está saliendo dinero del segmento de alto rendimiento -’high yield’- por su correlación con las acciones y en los bonos Fed lo mismo”, comenta el analista Sergio Ávila.
“Hay dos indicadores importantes a seguir. Caídas en precio del bono estadounidense a diez años del 10% y del bono a 30 años del 20% tradicionalmente ha generado mercados bajistas en bolsa. Una curva de tipos invertida, que aún no ha llegado a todos los tramos pero ya se ve en el bono a 7 y a 10 años, es sinónimo de recesión de la economía en un período de 16 meses”, añade.
IG también señala que la estadística muestra que gran parte de los años en los que enero ha terminado cayendo Wall Street, los mercados han terminado el ejercicio en negativo. Tradicionalmente, años de subidas de tipos también han sido perniciosos para la rentabilidad de la renta variable por el trasvase que se da hacia activos de menor riesgo como la renta fija. A nivel técnico, el bono del Tesoro a diez años ha activado una figura de segundo impulso alcista que marca un objetivo teórico mínimo hasta un retorno del 2,38%, que podría llegar en las siguientes reuniones de la Reserva Federal.
FTSE 100 y 'value'
A nivel de índices bursátiles destacan el comportamiento del FTSE 100 de Londres y fuera de Europa por su relación con el petróleo la bolsa mexicana, la canadiense y la de Arabia Saudí. En divisas ven interesante el momento del dólar y por estilo de inversión creen que 2022 será el año del ‘value’ frente al buen hacer del crecimiento en los últimos años.
En el Ibex 35 se quedan con el sector bancario y el asegurador, con Repsol por la rentabilidad de las acciones de su sector y si el escenario económico no se frena también con las turísticas, que se pueden beneficiar del menor impacto del Covid-19 y las mejores expectativas de ingresos y beneficios.
Los analistas de IG dejan una serie de precios objetivos que pueden alcanzar los bancos del Ibex 35 este año como son los 4,04 euros de Banco Santander, los 6,50 euros de BBVA, los 3,85 euros de Caixabank, los 5,88 euros de Bankinter, los 1,17 euros de Banco Sabadell y los 2,18 euros de Mapfre. En el sector turístico destacan Amadeus, Aena y Meliá Hotels y por la concentración que se está dando en las compañías de telecomunicaciones también a Telefónica, que podría alcanzar a lo largo del año los 4,85 euros por acción.