El DOW JONES Ind Average sube un 0,39% hasta marcar 34.547 puntos, mientras que el S&P 500 sube un 0,19% hasta los 4.400 enteros. El NASDAQ 100, por su parte, baja un 0,17% hasta los 13.311 puntos.
La economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart, ha advertido de que la economía mundial atraviesa un periodo de “incertidumbre excepcional". Citando una “serie de perturbaciones”, desde los cierres en China hasta el aumento de los precios de los alimentos debido a la guerra en Ucrania, ha avisado de que no descartaría nuevas rebajas de las perspectivas de crecimiento.
El lunes, la institución con sede en Washington ya recortó su previsión de crecimiento mundial para 2022 en casi un punto porcentual, hasta el 3,2% desde el 4,1%, debido a las tensiones económicas añadidas por la crisis de Ucrania.
Hoy ha sido el turno del Fondo Monetario Internacional (FMI), que espera un crecimiento del 3,6% para el PIB mundial tanto este año como el próximo, lo que supone un recorte de un 0,8% y un 0,2%, respectivamente, respecto a las previsiones publicadas en enero. “Las perspectivas económicas mundiales han sufrido un grave retroceso, en gran parte debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia”, ha avisado Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico del FMI, con motivo de la publicación del último informe de Perspectivas Económicas Mundiales de la institución.
Y es que el conflicto armado en Ucrania sigue siendo una de las grandes preocupaciones del mercado. La invasión se acerca ya a los dos meses de duración y no solo no parece que la guerra esté en vías de terminar pronto, sino que Rusia habría comenzado una gran ofensiva para hacerse con el este del país. Mientras, EEUU y sus aliados celebra este martes una nueva reunión en la que estarán sobre la mesa nuevas sanciones al régimen de Vladimir Putin.
El otro gran temor de los inversores es la respuesta de la Reserva Federal a la brusca subida de la inflación. La preocupación por el aumento de los precios y su efecto en el crecimiento económico si la Reserva Federal acelera las subidas de tipos ha hecho que los inversores se deshagan de los bonos en los últimos dos meses, lo que ha hecho subir los rendimientos.
En la madrugada neoyorquina la rentabilidad del bono estadounidense de deuda a diez años ha llegado a superar el umbral del 2,9%, alcanzando niveles no vistos desde finales de 2018. No obstante, posteriormente se ha relajado ligeramente hasta situarse en el 2,886%. El rendimiento del bono del Tesoro a 30 años se mantiene estable, cayendo menos de un punto básico hasta el 2,9512%.
Halliburton, J&J o Hasbro, protagonistas por sus resultados trimestrales
La temporada de resultados trimestrales sigue ocupando también buena parte del interés del mercado. Entre las empresas que publicarán esta semana se encuentran United Airlines, American Express, Tesla o Netflix. Hasta ayer lunes, el 53% de las 34 empresas del S&P 500 (que comprenden el 10% de las ganancias del índice) que han presentado ya sus cuentas han batido las expectativas tanto de ingresos como de beneficios por acción, según los cálculos del equipo de research de Bank of America. Este porcentaje está por encima del 47% de media de la primera semana y de 53% que se registró el año pasado en este mismo periodo.
Hoy mismo ha presentado ya sus cuentas la juguetera Hasbro Inc, que ha presentado un beneficio por acción de 57 centavos de dólar, por debajo de los 62 centavos que había augurado el mercado. Los ingresos del primer trimestre fueron de 1.160 millones de dólares, también por debajo de lo esperado. Sus acciones se mantienen planas en la apertura.
Peor acogida han tenido las cuentas de Halliburton, que se deja un 2,9% en la apertura de Wall Street a pesar de superar las estimaciones para su último trimestre. La petrolera ganó 35 centavos por acción en el trimestre, un centavo por acción por encima de las estimaciones, ya que la demanda de equipos de servicios petroleros se mantuvo alta. Las acciones de Halliburton habían cerrado el lunes a un máximo de 3 años y medio.
En una línea similar, Johnson & Johnson ha superado las expectativas de beneficios del primer trimestre, pero no así las de ingresos, lo que único al recorte de sus perspectivas para todo el año llevan a las acciones de la farmacéutica a caer un 0,65% en la apertura.
El beneficio se redujo a 5.150 millones de dólares, o 1,93 dólares por acción, frente a los 6.200 millones del periodo anterior, mientras que las ventas crecieron un 5,0%, hasta 23.430 millones de dólares, pero no alcanzan los 23.620 millones esperados por el mercado. Para 2022, J&J recorta sus rangos de orientación para el beneficio por acción ajustado a una cifra de entre 10,15 y 10,35 dólares, desde el anterior entre 10,40 y 10,60 dólares. Espera asimismo unos ingresos de entre 94.800 y 95.800 millones de dólares frente a los entre 95.900 y 96.900 millones anteriores.
También en el sector farmacéutico, Acadia Pharmaceuticals se desploma un 7,7% en la apertura tras reconocer que su fármaco experimental para tratar el dolor postoperatorio no alcanzó su objetivo principal en un estudio de fase 2.
También sigue dando que hablar al mercado Twitter tras la oferta de compra lanzada por Elon Musk. Según publica hoy la prensa estadounidense, Apollo Global Management (APO) podría estar dispuesta a proporcionar financiación para una compra de la empresa de redes sociales, si bien la firma de capital privado no está interesada en unirse a otras firmas en una oferta de compra. Twitter baja un 0,85% en la apertura de la sesión.
El petróleo se mantiene por encima de los 100 dólares
En los mercados de materias primas, la posibilidad de que la Unión Europea acabe incluyendo al petróleo ruso en su batería sanciones por su invasión de Ucrania sigue manteniendo el mercado en vilo. A estas preocupaciones se unen además en las últimas sesiones incertidumbre por la paralización de las exportaciones en Libia, aunque por el lado de la oferta el oro negro se ve presionado a la baja por los confinamientos en China debido a la ola de Covid-19.
Los Futuros del petróleo Brent de referencia en Europa se sitúan hoy en 110,57 dólares por barril, mientras que el West Texas estadounidense se paga a 105,16 dólares por barril, un descenso de un 3,20% respecto a ayer pero todavía holgadamente por encima de los 100 dólares.