A pesar de una apertura al alza, poco a poco el humor de los inversores se vuelve a agriar, llevando al DOW JONES Ind Average a bajar ya a media mañana un 0,60% hasta los 29.748 puntos, mientras que el S&P 500 cae un 0,44% hasta los 3.650 puntos. El NASDAQ 100, por su parte, aguanta al alza y sube un 0,34% hasta los 10.682 puntos. Los principales indicadores de Wall Street intentan recuperar el pulso después de que ayer sufrieran durísimas caídas, que superaron al cierre el 4% en el Nasdaq y el 3% en el S&P 500.
La semana ha estado marcada por los movimientos de los bancos centrales. No solo la Reserva Federal estadounidense acometió la mayor subida de tipos desde 1994, con un aumento de 75 puntos básicos, sino que el Banco de Inglaterra también endureció su política monetaria (por quinta vez consecutiva) y el Banco Nacional Suizo (SNB) también sorprendió al mercado con una subida.
Estas subidas de tipos, que responden a una espiral inflacionista que ha disparado el ritmo de subidas de precios a tasas no vistas en décadas, están drenando la liquidez de los mercados, provocando pérdidas en una serie de activos. Las acciones mundiales se enfrentan a una de sus peores semanas desde la agitación inducida por la pandemia de 2020, mientras que otros activos de riesgo como las criptomonedas se han hundido. La pregunta es hasta dónde tienen que bajar los activos antes de que el ciclo de endurecimiento esté totalmente descontado.
“Los inversores tienen que preguntarse cuánto durará el ciclo de subida de tipos y cuán profunda será la desaceleración económica”, explica Michael Strobaek, director global de inversiones de Credit Suisse, que sobrepondera la renta variable y recientemente cerró su posición infraponderada en bonos. “El pico del ‘hawkiness’, es decir, el pico de la revalorización de las expectativas, podría estar cerca. Una vez que estemos allí, no solo es posible, sino probable, que veamos un rebote tanto en la renta variable como en la renta fija. Sin embargo, este rebote será muy difícil de programar”, avisa.
Hoy mismo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha reiterado el compromiso del banco central con la reducción de la inflación. “El firme compromiso de la Reserva Federal con nuestro mandato de estabilidad de precios contribuye a la confianza generalizada en el dólar como reserva de valor. Para ello, mis colegas y yo estamos muy centrados en devolver la inflación a nuestro objetivo del 2%”, ha dicho en su discurso de presentación de una conferencia patrocinada por la Fed sobre el papel global de la moneda estadounidense.
En los mercados de deuda, muy sensibles a los cambios en la política monetaria, la rentabilidad del bono estadounidense de deuda a diez años baja en la mañana neoyorquina 9 puntos básicos, hasta situarse en el 3,214%. El bono a dos años ofrece un rendimiento del 3,164%, mientras que en el largo plazo, el título a 30 años paga una rentabilidad del 3,271%.
Mientras, en el Viejo Continente, los bonos italianos lideraron un repunte de la deuda europea después de que la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, haya vuelto a reiterar su promesa de que no se permitirá que los costes de los préstamos de las naciones más endeudadas de la zona del euro se desborden.
Por el momento la gran excepción en los bancos centrales es el Banco de Japón, que mantiene su política monetaria superflexible y el control de la curva de rendimiento, desafiando la presión para seguir la tendencia mundial hacia una configuración más estricta. El yen se hundió y el rendimiento de los bonos japoneses a 10 años retrocedió por debajo del tope del Banco de Japón del 0,25%, tras haber alcanzado anteriormente el 0,265%, el más alto desde 2016.
En los mercados de materias primas, el precio del petróleo baja este viernes y vuelve por debajo de los 120 dólares. El oro negro se ha mantenido fluctuando por encima y por debajo de este umbral en las últimas semanas, mientras los inversores sopesan una menor demanda debido a los temores a la recesión por las subidas de tipos, pero también una menor oferta.
El barril de West Texas baja un 1,78% hasta los 118,09 dólares, mientras que los Futuros del petróleo Brent de referencia en Europa se anotan un descenso del 1,54% hasta los 118,09 dólares.
En otros mercados, el Bitcoin rompe su mayor racha de pérdidas en al menos una década y supera de nuevo la barrera de los 21.000 dólares.
En el plano empresarial, los inversores estarán muy atentos a la cotización de RobinHood, que ayer cayeron por debajo de los 7 dólares. Las acciones de Robinhood se han desplomado más de un 80% desde su salida a Bolsa, reduciendo su capitalización bursátil hasta los 6.000 millones de dólares. La empresa tenía 6.190 millones de dólares en efectivo y equivalentes al final del primer trimestre.
Al menos dos analistas de Wall Street redujeron sus precios objetivos sobre las acciones esta semana después de que Robinhood Mkts Rg-A informara de unos datos decepcionantes para el mes de mayo. Además, la empresa cotiza a un 85% de su valor contable, frente al 500% de finales de septiembre.
Otro de los protagonistas de la sesión es Revlon Rg-A, que se dispara un 55% en la apertura después de que ayer se hundiera un 13%. El fabricante de cosméticos se declaró ayer en bancarrota en EEUU, explicando que las interrupciones en la cadena de suministro han hecho subir el coste de las materias primas para sus productos.
La empresa, de 90 años de antigüedad, afirma que también ha tenido problemas con los pagos a los proveedores, la inflación y la escasez de mano de obra. La empresa dice que espera recibir 575 millones de dólares de sus actuales prestamistas para apoyar las operaciones diarias.
Las acciones de Twitter se anotan una ligera subida del 0,7% después de que ayer Elon Musk se dirigiera ayer jueves a los empleados de la compañía por primera vez, sugiriendo que la compañía necesitaría reducir el número de empleados pero ofreciendo pocos detalles nuevos sobre su oferta de compra de 44.000 millones de dólares.
Musk compareció a través de una videollamada en lo que resultó ser una sesión de preguntas y respuestas libre moderada por un ejecutivo de Twitter en la que se tocaron temas tan diversos como la existencia de civilizaciones extraterrestres. La semana pasada, Musk advirtió a Twitter que podría abandonar su oferta si la empresa no proporcionaba más datos sobre el spam y las cuentas falsas.