El modo yoyo vivido el pasado viernes por la compañía de vehículos eléctricos Tesla en Wall Street nada ha tenido que ver con los sospechosos habituales de los últimos tiempos.
Los problemas en la cadena de suministros para una empresa que fabrica en China, la subida de tipos con una inflación que ha defraudado a todos esta semana, por no bajar en la medida en la que se esperaba y por la confianza, un factor que falta a raudales en el mercado y que, con la esperada ralentización económica, puede afectar a la compra de los Tesla.
Twitter sigue centrando todas las miradas en sus fábricas de Alemania y Tejas y, sobre todo en Wall Street. Tesla es el daño o beneficio-según se mire-colateral en el interés inusitado por devolver la libertad de expresión al mundo mediante Twitter de su fundador, Elon Musk.Pero su aventura con la red de microblogging, como no podía ser de otra manera, será todo menos un camino de rosas.
La última del hombre más rico del mundo se desataba el pasado viernes cuando Elon Musk, en un espacio de hora, decía una cosa y la contraria sobre Twitter. Primero señaló que aparcaba compra a cuenta las cuentas spam o falsas.“Temporalmente en suspenso” lo denominaba, por supuesto, como no, en Twitter, con un informe de Reuters del 2 de mayo pasado.
Y lo que resultó desastroso para Twitter y sus acciones, eran sonidos de ángeles para Tesla que comenzaba a repuntar. A las pocas horas, Elon Musk señaló que todavía sí estaba comprometido con su compra. Aun así, el alivio, en forma de compras, llegaba a Tesla para quedarse, con avances intradía que han superado el 8% para el valor.
A pesar de ello en su gráfica de cotización vemos que ese avance al cierre del viernes más el after hours elevan al valor un 6,45% que no logra borrar las pérdidas semanales que alcanzan el 11,10% para el valor en el mercado. Y superan el 21,9% en la caída mensual, mientras que aminoran el ritmo, con pérdida del 19,5% en el trimestre. En lo que va de año, Tesla cede en el mercado un 27,2%, aunque en tasa interanual es positivo: 30,5% de avance.
Los analistas reaccionaron de inmediato para decir, en un viernes 13, el día de la mala suerte y de los mediáticos asesinos en serie de todas las antologías del terror en Estados Unidos que, en el caso de Wedbush “este espectáculo de circo de Twitter es un espectáculo de terror de viernes 13” que refleja a las claras la opinión del mercado.
Y se preguntarán ¿por qué beneficia a Tesla que Elon Musk no compre Twitter?Ya lo hemos contado en otras ocasiones, aunque ha pedido financiación externa, ya ha vendido acciones de Tesla para sufragar parte de la operación, unos 9.000 millones en acciones, y además el mercado espera que su mirada a Twitter signifique menos implicación directa en la compañía de coches eléctricos, algo que se refleja en sus pérdidas del 33,5% desde que anunciara la operación el pasado 4 de abril, primero con la compra del 9,1% y luego con la compra total y su salida de la bolsa.
Aunque como hemos señalado los problemas de Tesla no acaban ahí a pesar del respiro: el mes pasado solo produjo en China 10.757 vehículos. A esto sumar que solo vendió 1.500 y no tuvo exportaciones por el cierre de la planta de Shanghai durante 22 días.
Otro problema viene de la mano de Bitcoin y de los 1.500 millones de dólares invertidos por Tesla en esta criptomoneda, mientras está considerando asumir un deterioro patrimonial tras sus caídas en el mercado, tal y como indicaron desde la firma automovilística en la presentación a inversores realizados por los resultados trimestrales.
De momento, en cuanto a recomendaciones destacamos que la media de Tipranks con 28 analistas, en los que 14 de ellos se decantan por comprar, 9 por mantener y 5 por vender sus acciones en el mercado. Y los objetivos preciosos, los que más difieren en el mercado: desde los 1.500 dólares por acción a los apenas 67, con PO medio de 975,39 dólares y un potencial que roza el 25% para el valor en el mercado.
Y la última llegó esta semana de Wells Fargo con precio objetivo a la baja hasta los 900 dólares por acción desde los 960 anteriores.
