Para un inversor novato que quiera entrar en la Bolsa, no hay muchas diferencias entre invertir en el mercado español o en el estadounidense, donde cotiza Microsoft. El primer paso será buscar un bróker a través del que comprar y vender las acciones, ya que los inversores no pueden acudir directamente al mercado, sino que necesitan tramitar las órdenes a través de un intermediario financiero autorizado.
Un bróker es, por tanto, una entidad financiera con licencia para ejecutar las órdenes de compra y venta de acciones de los inversores. A cambio, cobra comisiones por este servicio, si bien actualmente existen muchas entidades online con políticas de cero comisiones o cobros muy bajos.
Una vez aclarado este punto, Microsoft se presenta como uno de los valores más rentables de Wall Street este año, con una subida acumulada en lo que va de 2023 de un 36,8% que ha llevado a sus acciones a cotizar (cierre del viernes) a 327,73 dólares. La capitalización bursátil de la compañía, es decir, su valor de mercado, alcanza los 2,4 billones de dólares, la segunda más elevada de todo el mundo.
Los inversores deben tener en cuenta siempre que el principal riesgo de la Bolsa es la incertidumbre sobre sus rendimientos. El valor de las acciones puede subir o bajar con respecto a su valor de compra, por lo que es posible no conseguir la rentabilidad esperada e incluso perder la totalidad de la inversión.
Sí pueden servir de referencia para saber qué esperar las recomendaciones de los analistas. En ese sentido, de media los expertos dan un potencial alcista a 12 meses vista a Microsoft de un 19%. Según datos recopilados por Reuters, el consenso de analistas que cubren al valor le dan un consejo de ‘comprar’ y un precio objetivo de 391,34 dólares por acción.