Nadie en este mundo es imprescindible. Eso lo sabemos todos, especialmente en nuestro trabajo, pero también es verdad que hay gente que es más prescindible que otra. Y ese parece ser el caso de Jamie Dimon, el CEO de JPMorgan Chase, el mayo banco de Estados Unidos y del mundo si atendemos a la bolsa,  con un valor de mercado de 600.000 millones de dólares y casi dobla al segundo mayor, Bank of America por encima de las entidades chinas, como ICBC y las japonesas como el Sumitomo Financial Group. 

A Jamie Dimon, el pasado mes de enero, que se prodiga y mucho en sus declaraciones, se le ocurrió decir que "ya le quedaban menos de cinco años" para retirarse, que era la frase que siempre utilizaba para señalar que seguiría al frente de la entidad, como hace desde el año 2006. Solo, indicó, "dos y medio". Y el mercado, y las acciones de JPMorgan se revolucionaron con fuertes caídas. no es para menos porque sus acciones se han revalorizado, con él al frente, nada menos que un 440%. 

Y solo con eso, porque de momento solo abre la puerta a que se irá, pero no señala cuando ni en qué espacio de tiempo. Pero los analistas ya han cuantificado el impacto potencial que supondría su salida de JPMorgan: una penalización de entre un 10 y un 15% para las acciones del banco en bolsa. Es decir, le podría costar hasta 90.000 millones de euros en capitalización. 

Más en un año como este en el que le va de cine al valor, a pesar de la atonía mostrada en el último trimestre, mientras el mercado descontaba ya la bajada de tipos. Avanza un 24% en lo que llevamos de ejercicio, en especial, por el retraso de las bajadas de tipos que el mercado esperaba ya a finales del primer trimestre del año y que no se han producido hasta el pasado mes de septiembre. Y bate a los indicadores en los que cotiza, desde el DOW JONES Ind Average al S&P 500

Es la denominada "prima Jamie" o lo que aporta un carismático y querido por los inversores primer directivo de una compañía. algo que, sin duda también se puede volver en contra. Y sino que se lo digan a Elon Musk y sus efectos devastadores en ocasiones en Tesla, a pesar de que la compañía no sería nada sin él, su gran precursor. sus vaivenes en las medidas a tomar con mala lectura en el mercado le han costado mucho dinero a la compañía en Wall Street...y a los inversores. 

Todo lo contrario al aporte por ejemplo que aplaude claramente el mercado en el caso de dos superestrellas de las dirección ejecutiva,. Hablamos de Tim Cook al frente de Apple, alguien que incluso parecía llevarse bien incluso con el indomable, pero siempre carismático hasta que fue incluso apartado de su propia compañía para después volver, Steve Jobs o la estrella en ciernes, cada vez más consolidada con su look informal de cazadora de cuero, Jen- Hsun Huang liderando la todopoderosa Nvidia. 

Ida y vuelta, que también han protagonizado algunos CEOs en los últimos tiempos, como Bob Iger al frente de Disney.  Defenestrado por su consejo de administración ante la expansión de Disney +, ha vuelto en olor de multitudes tras la etapa finalmente para olvidar en la compañía de Star Wars de Bob Chapek. 

Pero no solo es importante el momento que elija para irse, como indican los expertos en Wall Street. Desde Greenwood Capital, su director de inversiones Walter Todd destaca que también será muy significativo para JPMorgan y el mercado, cómo se produzca la sucesión. Destaca que, si se produce de forma drástica, el impacto podría superar el 10% para el valor pero si es gradual, 'la prima Jamie' podría ser menor.

De ahí no solo ese primera aviso sino también el hecho de que la sucesión esté planificada, al menos sobre el papel. Daniel Pinto, de origen argentino sería el siguiente CEO de la entidad. 

Aunque los imponderables también entran en juego. No hay que olvidar que Dimon ha pasado por un cáncer en 204 y que en 2020 fue sometido también, y con una intervención de emergencia, a cirugía cardiaca.