La compra de First Republic por parte de JP Morgan es ya un hecho. Así se anunció el pasado lunes, confirmándose de esta forma la quiebra de otro banco norteamericano este 2023, tras los casos del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, dejando entrever que la crisis bancaria aún puede dar más de sí.
Tras la necesaria intervención de los reguladores del país, se cerró definitivamente el pacto con JP Morgan para que éste se hiciera cargo de todos los depósitos del First Republic Bank, así como de prácticamente la totalidad de sus activos.
Cotización First Republic Bank
Como explica JP Morgan en un comunicado, la entidad asume 173.000 millones de dólares en préstamos, 30.000 millones en valores y 92.000 millones en depósitos. Por lo que JP Morgan se hace cargo de todos los activos excepto la deuda corporativa.
El DOW JONES reaccionó ante esta situación con pérdidas del 0,14%, situándose en el cierre del lunes en los 34.050,91 puntos. Unas caídas que se siguen prolongando estos días. El martes, por ejemplo, todos los índices cerraron con caídas de más de un punto porcentual, situándose el Dow Jones en un -1,08%.
Entre los motivos principales de esta intervención se encontraba evitar avivar más aún la llama de una crisis bancaria que necesita tranquilidad tras unos meses muy convulsos, todavía con la duda de si ha acabado o si queda alguna sorpresa por ver.
Así lo expresa Diego Morín, analista de IG, para quien la “incertidumbre aún no ha terminado”, puesto que esta semana se han producido “mayores temblores de algunos bancos regionales, lo que deja entrever posibilidad de mayores quiebras”.
Índice Dow Jones 2007-actualidad/ Fuente: TradingView
Tras el rescate de First Republic Bank, otros bancos regionales estadounidenses se sitúan ahora en el foco, tras sus notables caídas en bolsa. Es el caso, por ejemplo, de Western Alliance, cuyos títulos cayeron más de un 15% en la jornada de ayer y hoy, antes de apertura, lo hacen con un signo negativo del 6,24%.
Más pronunciada es la caída de PacWest Bancorp, que para Diego Morín “tiene todas las papeletas para ser el siguiente banco regional en Estados Unidos para quebrar, con más de 41 000 millones de dólares en activos”. La entidad bancaria registra una caída del 44,82% en los últimos cinco días, produciéndose el mayor de los desplomes ayer, con un descenso del 27,78%. En la preapertura del miércoles, las caídas se sitúan ya en el 12,06%.
Alguno de los motivos de los descensos de estos bancos sería “la tenencia como activos de préstamos sobre bienes inmuebles comerciales, perjudicados por las altas tasas de tipos de interés realizadas por la Reserva Federal (Fed), lo que pone en serios problemas sus balances”, continúa el analista.
Desde JP Morgan aseguran que “esta parte de la crisis ya ha terminado”, según Jamie Dimon, CEO de la entidad, que ante la crisis de confianza latente opina que el sistema bancario de Estados Unidos “es muy estable”. Afirmación que, sin duda, contrasta con los hechos que vienen sucediendo en las últimas semanas.