Boeing, la última víctima de la guerra comercial entre Trump y China

China ha ordenado a sus aerolíneas que no acepten más entregas de aviones Boeing en respuesta a la decisión de EEUU de imponer aranceles del 145% a los productos chinos, según una información adelantada por Bloomberg, que cita fuentes familiarizadas con el asunto.

Beijing también ha solicitado a las aerolíneas chinas que suspendan la compra de equipos y piezas para aeronaves a empresas estadounidenses, según esta información. Esta decisión aumentará los costes de mantenimiento de los aviones que ya vuelan en el país, por lo que el Gobierno estaría considerando formas de proporcionar asistencia a las aerolíneas que alquilan aviones Boeing y que se enfrentan a costes más elevados.

China ya fue la primera en suspender los vuelos de los aviones 737 MAX de Boeing tras dos accidentes mortales en 2018 y 2019 que causaron la muerte de casi 350 personas. También suspendió la mayoría de los pedidos y entregas del avión en 2019.

Las acciones de Boeing, que considera a China uno de sus principales mercados de crecimiento y donde su rival Airbus mantiene una posición dominante, arrancan la sesión con caídas del 2% en Wall Street.

La industria aeroespacial mundial se encuentra en medio de una guerra arancelaria en toda regla, con fabricantes de aviones, aerolíneas y proveedores revisando contratos por valor de miles de millones de dólares, después de que el proveedor estadounidense Howmet Aerospace iniciara un debate sobre quién debería asumir el coste de los aranceles. Las tres principales aerolíneas de China (Air China, China Eastern Airlines y China Southern Airlines) tenían previsto recibir 45, 53 y 81 aviones Boeing, respectivamente, entre 2025 y 2027.

La suspensión de las entregas a China supone un nuevo revés para el fabricante de aviones, que atraviesa una lenta recuperación tras un año difícil marcado por una huelga laboral, un mayor escrutinio regulatorio y persistentes interrupciones en la cadena de suministro.

El movimiento del Gobierno chino también llega tras su decisión de la semana pasada de aumentar los gravámenes a las importaciones estadounidenses al 125% en represalia a los aranceles estadounidenses, lo que elevará significativamente el coste de los aviones Boeing con destino a aerolíneas chinas y podría llevar a las aerolíneas a considerar alternativas como Airbus y la empresa nacional COMAC.