"Creíamos que teníamos un acuerdo con China hace tres meses, pero desgraciadamente China ha decidido renegociar el acuerdo antes de la firma", aseguró Trump en un mensaje en su cuenta de Twitter.
El gobernante explicó que aunque las conversaciones prosiguen, su Gobierno comenzará a imponer el 1 de septiembre "un pequeño arancel adicional del 10%" sobre los 300.000 millones de dólares de productos chinos que aún no eran objeto de aranceles adicionales.
"Esto no incluye los 250.000 millones de dólares (en importaciones chinas) a las que ya se le aplicó un arancel del 25 %", agregó el mandatario en su mensaje de Twitter.
Tras el tweet lanzado por Trump, Wall Street reaccionó con caídas severas a los ocho minutos y cerró la sesión con descensos del 1,05% en el Dow Jones, del S&P 500 del 0,9% y del 0,79% en el Nasdaq Composite.
Según el analista y director del Servicio de Trading Profesional de Estrategias de Inversión, Ramón Bermejo, este anuncio es "una medida que afectará a los consumidores estadounidenses más directamente que ninguna otra medida hasta ahora ya que los nuevos impuestos a la importación, que según Trump podrían ir más allá del 25%, se impondrán a partir del 1 de septiembre en una larga lista de productos que se espera incluyan teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, juguetes y ropa para niños. Esta medida genera una mayor incertidumbre económica y un mayor riesgo de ralentización económica en EEUU, de ahí la rápida respuesta vendedora en los índices norteamericanos y en el precio del petróleo".
Este miércoles, la Administración Trump dio cuenta del final de la nueva ronda de negociaciones comerciales, que tuvieron lugar en Pekín, y dijo que a comienzos de septiembre se reanudarían en Washington. Al justificar la imposición de los nuevos aranceles, Trump aseguró que China se había comprometido a comprar productos agrícolas de Estados Unidos "en grandes cantidades, pero no lo hizo".