Estos aumentos fuertes suelen estar asociados a momentos de alta incertidumbre en el mercado, durante ese periodo el mercado experimentó evento de riesgo significativo, como ha sido la escalada bélica en Oriente Próximo. Sin embargo, tras este pico, la volatilidad ha ido disminuyendo y estabilizándose, como lo demuestra la serie de velas más recientes.
Se observa una tendencia general lateralizada, con un soporte en torno a los 18 puntos y una resistencia cercana a los 20 puntos.
Estas zonas clave son fundamentales para los operadores del mercado, ya que si el VIX rompe por debajo del soporte, podríamos esperar una mayor calma en los mercados de acciones, lo que generalmente es positivo para los activos de riesgo. Sin embargo, si se rompe la resistencia al alza, esto indicaría un incremento en la aversión al riesgo, lo que probablemente implicaría una caída en los precios de las acciones. Cómo vemos en el gráfico, tenemos la formación de una figura de triangulo, que hasta que no se rompa por alguno de los dos lados, no tendremos una dirección del VIX claramente definida.
Es probable que esto ocurra después de las elecciones en EE.UU.
En el gráfico diario tenemos varias medias móviles, incluyendo la media móvil de 200 días ponderada (en verde), que actúa como un soporte dinámico importante y parece estar manteniendo al VIX sobre este nivel. A menudo, los inversores y analistas interpretan la media móvil de 200 días como una línea divisoria entre tendencias alcistas y bajistas a largo plazo. Actualmente, el índice VIX se encuentra por encima de esta media, lo que podría sugerir que el mercado aún está en una fase de volatilidad relativa, aunque la tendencia sea a la baja en los últimos días.
También se presenta una media móvil más corta, que se superpone al precio reciente. En este caso, la media móvil exponencial de 10 días (en naranja y azul claro) indica que el VIX ha estado moviéndose en un rango estrecho en las últimas semanas, lo que coincide con el comportamiento lateral que se puede apreciar en el gráfico.
El gráfico del VIX refleja una situación de calma relativa tras una serie de picos de volatilidad. El índice se encuentra en un rango lateral, lo que sugiere que el mercado está en espera de nuevos catalizadores que puedan aumentar la volatilidad o, por el contrario, mantenerla en niveles bajos. La presencia de la media móvil de 200 días actuando como soporte podría implicar que, aunque la volatilidad se ha estabilizado, sigue existiendo el riesgo de un aumento en caso de que los mercados financieros enfrenten nuevas turbulencias.
Para los inversores, es crucial monitorear el comportamiento del VIX, especialmente si rompe los niveles de soporte o resistencia clave, ya que esto podría desencadenar movimientos significativos en los mercados de acciones.
Aunque el índice VIX se mantiene en niveles moderados, los operadores deben estar atentos a cualquier señal de ruptura que pueda anticipar un aumento en la volatilidad del mercado.