Fueron muchos los expertos que antes de su debut del 7 de noviembre de 2013 alertaban que Twitter salía cara; muy cara. De hecho, era la compañía con una valoración menos generosa de todo su sector, muy por encima de Facebook, por su puesto, con quien nadie se cansa de compararla.
Si se mira con atención de la compañía entendemos por qué los accionistas no esbozan una sonrisa cuando admiten que tienen acciones de la red social de los 140 caracteres. En realidad, la cotizada se ha pasado casi más tiempo cotizando por debajo del precio de cierre de la primera sesión que por encima.
Una OPV de 140 caracteres
Y eso que el debut de Twitter fue un auténtico espectáculo; la OPV no defraudó, ni mucho menos. La compañía terminó en 45 dólares por acción después de subir más de un 70% en una sola sesión, convirtiéndose así en una de las salidas a bolsa más exitosas de la historia.
Todo a pesar de que había mucho nerviosismo entre los expertos muchos de los cuáles advertían de un hecho que quedó oculto entre la emoción de ver a una nueva red social en Wall Street; la poca previsión de su flujo de ingresos y beneficios. Si se mira con perspectiva, ahora no suena tan chistosa la previsión que hizo Brian Wieser de Pivotal Research Group, el día de su salida a bolsa. El experto menos optimista de la industria aconsejaba vender los títulos y darles un precio objetivo de 30 dólares por acción.
No era el único inversor que descartaba un descalabro. Ya le había pasado a Facebook un par de años antes; la red social de Mark Zuckerberg había tardado más de un año en alcanzar el precio de la OPV. Sin embargo en ese tiempo se esforzó por demostrar que era capaz de ganar dinero, mucho dinero, monetizando las plataformas móviles.
A estas alturas Twitter no sólo no ha demostrado que no es capaz de ganar dinero, sino que los expertos consideran que su modelo de negocio no es atractivo; no engancha.
A pesar de que en el segundo trimestre de este año la compañía logró batir las estimaciones de beneficios, lo cierto es que eso no fue suficiente. Los mercados se quedaron totalmente decepcionados con el dato de crecimiento de usuarios únicos que apenas se habían incrementado un 1% con respecto al año anterior.
Los retos de Twitter
De hecho, recientemente Ben Schachter, de Macquarie’s apuntaba que “la cuestión con Twitter es que después de 9 años de existencia mi madre todavía no entiende qué significa hacer un “hashtag” de algo sin embargo entiende muy bien qué es eso de que te guste algo –en referencia a Facebook-. Esto implica que es todavía muy difícil de usar y muy inaccesible para mucha gente. Todavía no es un producto masivo y no está claro si lo será alguna vez. “
Quizá esa fue una de las razones por la que uno de sus fundadores, Dick Costolo, dimitiese a principios del pasado mes de junio dejando las riendas a otro de los directivos que ideó la red social, Jack Dorsey. Será una decisión temporal, ya que la compañía busca un CEO que sea capaz de encontrar una solución creativa que de lugar a un nuevo modelo de negocio.
Hay quien dice que la falta de visión de futuro de los actuales directores de la empresa podrían hacer de Twitter la nueva Yahoo!, es decir, una red social que durante un tiempo fue alguien pero que en la actualidad vive más de la fama acumulada en el pasado que de la esperanza de que el futuro será mejor.
Para Justin Post, de BofA Merrill Lynch, “en el largo plazo no creemos que invertir en marketing haga que Twitter salte de la rampa, se trata de un problema de producto, en nuestra opinión”. Con todo, el analista afirma que ve potencial en Twitter si continúan apareciendo noticias sobre posibles adquisiciones. No sería la primera vez.
El pasado mes de abril por el mercado corrieron rumores de que la red social habría rechazado dos ofertas de compra y que una de ellas podría haber procedido de Google, que en ese momento estaba comenzando a desmantelar su fallido intento por entrar en esta industria, Google +.
Fuente: msn
Si quiere leer el contenido íntegro del artículo, suscríbase aquí.