En pocos momentos, la evolución de la macroeconomía ha sido tan importante para las bolsas como en los últimos dos o tres años. Eso es, al menos, lo que piensan los expertos de Citi que en un reciente informe explican que los próximos datos van a seguir siendo importantes en el medio plazo. “Seguimos viendo riesgos de un cambio de régimen macroeconómico para el que los inversores no están posicionados”, dicen estos expertos. Es más, apuntan que la acción de los bancos centrales en los próximos trimestres pueden suponer un reto adicional para los mercados “para el que los inversores no están preparados”. Se refieren, básicamente, a la subida de tipos de la FED que probablemente se produzca en diciembre y a ese posible tapering europeo que tanto temen las bolsas.
En Citi consideran que los acontecimientos que se producirán en el BCE a partir de ahora van a provocar un cambio en la curva de tipos, totalmente aplanada en estos momentos, lo que se resolvería a través de un incremento en los tipos de interés de los bonos. Precisamente el lunes vimos cómo la rentabilidad del bono alemán a 10 años ha escalado hasta el 0,1% por primera vez desde junio de este año. “Unos tipos más alto provocarían un cambio en los sectores que están liderando las subidas en bolsa”, dicen. En el escenario de los últimos años, la baja rentabilidad de la renta fija ha provocado alzas en compañías de bajo riesgo, de calidad, defensivas de crecimiento, entre otras parte del mercado. “La reducción de los riesgos macro, estabilización, mejora de beneficios, crecimiento económico y una curva de tipos más empinada beneficiaría a financieras, cíclicas y materias primas”.
En los últimos años de bajos tipos y baja rentabildad de los bonos ha sido muy perniciosa para la evolución de los bancos y de las empresas relacionadas con el petróleo y el gas en europa. Una subida de los retornos de la renta fija les beneficiarían, dicen en la entidad.
En la entidad dicen que los inversores que quieran posicionarse ante una eventual retirada de estímulos del BCE debería mirar al sector financiero “como parte de la solución”, apuntan. Explican que acciones como BNP, Axa, ING y Societé General tiene la correlación más baja con respecto a la rentabilidad del bono alemán a diez años.
Tal y como puede verse en el siguiente gráfico, tanto BBVA como Santander están también en la lista de las cotizadas que se beneficiarían de este cambio de política monetaria. Por el contrario, las utilities, la sanidad y el consumo básico , tienen una correlación más positiva, con lo que terminarían siendo los sectores más perjudicados de este tapering.
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