Se cumple un año. 12 meses. 365 días. Twitter está de enhorabuena simple y llanamente porque es su aniversario en la bolsa estadounidense. Hasta ahora se han vivido momentos de alegría y tristeza para los inversores, pero siempre se concluye con el mismo punto común: una cuestión de querer y no poder, o un tira y afloja.
Si echamos la vista atrás a la OPV de esta red social de microblogging observamos que se recibió con una euforia desmedida. Como se suele decir en otros ámbitos “se puso de moda”. Hablar por aquel entonces de la compañía californiana en el terreno bursátil era como llevar la última prenda de diseño o como poseer el último modelo de iPhone.
Como tal fue recibida por los institucionales, que empujaron al valor a subir más de un 72% el día de su debut. Desde entonces todo siguió esa misma dinámica hasta cotizar hasta más de un 250% más que el precio fijado antes de su lanzamiento. Por eso muchos se empezaron a cuestionar que cuál era el techo de esta acción.
Sin embargo, a tenor de la presentación de sus resultados anuales Twitter comenzó a coger otro color bien diferente en bolsa. Al constatarse de que se trataba de un negocio que seguía sin generar beneficio y cuyo modelo de facturación estaba en entredicho, los inversores comenzaron a apostar por descargar su cartera.
La venta fue la opción que más predominó puesto que desde máximos históricos hasta tocar suelo llegó a corregir más de un 82%. Se podría decir, haciendo el mismo símil que al principio, que tan sólo unos meses después sonaba a producto caduco para el entorno bursátil. Ya no pitaba tanto y empezó a verse con escepticismo.
Fue el momento en el que comenzó a manifestarse, como en sus primeros meses de cotización, otro rally alcista que le empujó a subir casi otro 80%. Parecía imposible, pero así fue. Cuando había expertos que lo daban por muerto resurgió y volvió a la senda positiva, aunque nunca apuntando hacia los niveles de récord alcanzados en las navidades del pasado ejercicio.
Sin embargo, volvió a retomar la senda bajista hasta caer en torno a un 27% a instancias de hoy. Lo cual deja al descubierto la indefinición de este valor desde que se confirmara el primer precio de Twitter al cierre.
Cotización de Twitter durante su año de cotización
Así, haciendo balance, un inversor institucional pudo ganar hasta casi más del triple de lo que invirtió hasta el punto máximo, mientras que un minorista si compró al cierre de su primera sesión estaría perdiendo ahora mismo en torno al 10% de su posición inicial.
Por tanto, ¿qué podría esperar a partir de ahora para esta red social según la opinión del consenso de mercado? ¿Sería un buen momento de entrar para obtener un buen rendimiento o es mejor mantenerse al margen?
En este sentido, el consenso es claro tanto en previsiones de beneficios para la empresa norteamericana, como a su desarrollo a partir de ahora en los mercados. El 43% de los expertos apuesta por sobreponderar sus títulos en cartera, el 51% por ser neutral y el 5% restante por vender.
El precio objetivo del consenso para la acción de esta red social es de 51,48 dólares. Eso supondría un potencial de revalorización sobre los niveles actuales de en torno al 25,8%.
Sin embargo, en cuanto a aspectos fundamentales, la media de los analistas apuesta porque el negocio siga creciendo en su beneficio por acción, pero no desmesuradamente. El próximo trimestre se espera que sea de 6 centavos, por los 15 centavos por título dentro en el siguiente ejercicio.