Karen Blixen, la protagonista danesa de “Memorias de África”
, iniciaba su famoso libro con una mítica frase: “Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong”. Como si de un explorador nórdico se tratara,
Warren Buffett habla también de su granja en Omaha para explicar cuáles son las claves de una inversión inteligente.
Lo hace en una carta que dirige a sus inversores a través de la revista “Fortune” en la que cuenta cómo en 1986 compró una granja de 400 acres por 280.000 dólares. Aunque reconoce que sólo ha estado en ese lugar dos veces desde entonces, apunta que antes de invertir ese dinero primero hizo una serie de cálculos fáciles. Primero se informó de cuántos búshels de grano podría producir y calculó que con esa cantidad de trigo, y contando que el precio del grano subiría y que la productividad de la explotación lo haría también, la granja podría generarle una rentabilidad del 10%. En estos momentos afirma que la granja ha multiplicado por tres sus beneficios y por cinco el precio que pagó por ella.
Utilizando este ejemplo, - y otros- el oráculo de Omaha afirma que las claves de la inversión son cinco:
1- No se necesita ser un experto para conseguir retornos interesantes de las inversiones que se hacen. Aún así aconseja algún curso relacionado. Además recomienda “hacer las cosas simples y no dar rodeos. Por cierto, apunta que si le prometen rápidas ganancias, respondan que no”.
2- Centrarse en la productividad futura de los activos en los que estén interesados. Y si no se siente muy seguro haciéndolo, dejen ese asunto. Afirma Warren Buffett que nadie tiene la capacidad suficiente como para evaluar todas las inversiones posibles.
3- Si solo se centra en que el precio del activo pueda aumentar con el tiempo, usted sólo está especulando. El oráculo afirma que aunque no cree que haya nada malo en ellos él mismo es incapaz de especular bien. De hecho afirma que es “escéptico con todos aquellos ganadores que tienen la esperanza de mejorar el beneficio si continúan en el juego”. Además apunta que el hecho de que un activo se haya apreciado en el tiempo no es ninguna razón suficiente como para comprarlo.
4- Con la granja –y otras inversiones- pensó solo en lo que podía producir y se despreocupó de los vaivenes en su valoración. Y afirma “los juegos los ganan aquellos que se centran en el terreno de juego y no los que tienen la vista puesta en el marcador”.
5- Asegura Warren Buffett que formarse opiniones macro o predicciones de mercado con lo que nos dicen otros es una pérdida de tiempo. De hecho, opina el inversor, que es peligroso porque podría desdibujar su propia visión de los hechos que podrían ser importantes.
El Oráculo de Omaha reconoce la diferencia entre tener una inversión en activos como granjas, o inmobiliarios y tener acciones, ya los inversores pueden ver los cambios de los precios de las acciones en cualquier momento. Por eso, en un momento dado de convulsión de los mercados se puede entrar en pánico y tener la tentación de vender.
Buffett va más allá y afirma que un verdadero inversor puede aprovechar caídas para –si tiene dinero- comprar a precios atractivos. El inversor asegura que “el miedo puede ser su amigo cuando invierte; la palabra euforia es su enemigo”. Por eso afirman que durante el pánico que sufrieron los mercados financieros a finales de 2008 nunca pensó vender su granja, ni en deshacerse de ninguna de las participaciones en “maravillosos negocios”.
El inversor afirma que cuando su socio Charlie y él compran paquetes accionariales de compañías sus análisis son muy similares a los que realiza cuando compra negocios enteros. Primero tienen que ver si se pueden predecir si los beneficios de la compañía pueden crecer en un periodo de cinco o más años. Si la respuesta es sí compran las acciones si se venden a un precio razonable.
También afirma Warren Buffett que en los 54 años en los que Berkshire Hathaway está bajo su gestión han tomado decisiones basándose en los análisis de otros, ni en el contexto político. De hecho, apunta que esos factores nunca han estado en el análisis que realizan.
Para aquellos inversores no profesionales que no hayan hecho un estudio como el que sugiere el inversor, hay buenas noticias, afirma él mismo. Recomienda hacerse con un grupo de negocios que en conjunto lo vayan a hacer bien. Y aconseja comprar un fondo que replique a todo el S&P 500.
Además, el experto afirma que también es importante saber cuándo comprarlo. Y explica que los inversores primerizos y tímidos suelen hacerlo en épocas de exuberancia en los mercados para luego desilusionarse cuando suceden las caídas. Y cita una frase de Barton Biggs: “el mercado alcista es como el sexo, es mejor justo antes de acabar”.
Buffett tiene un antidoto para estos inversores: “ir haciendo una cartera durante un largo período de tiempo y no vender nunca vender cuando hay malas noticias si los precios están lejos de sus máximos”.
Para terminar, da un consejo que son las instrucciones que hace seguir en su testamento. Por un lado todo el efectivo irá a parar a los bolsillos de su esposa. Sus acciones de Berkshire Hathaway irán a parar durante un periodo de varios años a varias asociaciones filantrópicas. Los gestores de su patrimonio tienen el consejo de destinar un 10% de su fortuna a bonos del tesoro de plazos cortos y el resto, el 90% a un fondo ligado al S&P 500.