De hecho, los analistas de Inversis creen que en circunstancias normales el petróleo debería cotizar entre 90 y 100 dólares el barril. 

No son sólo ellos. La mayor parte de las firmas de análisis esperaban que los precios cayeran en el último trimestre del año, por varias razones. 

Primero, porque la actual actividad económica en la mayor parte de las economías del mundo no parece necesitar tanto petróleo como para que por el lado de la demanda se tensione el precio.



Segundo, si lo de Siria no se desboca y termina siendo un conflicto de dos o tres días –tal y como quiere convencer Estados Unidos al resto del mundo-, la oferta está más que asegurada y será el elemento que forme los precios.

De hecho, en un reciente informe, los analistas de Morgan Stanley afirmaban que la oferta de petróleo tendería a aumentarse en los últimos meses del año gracias, sobre todo, a la aportación de la producción de países no OPEP. También esperaban que algunos países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, como Iraq o Libia, comenzaran a aportar, cada vez más.

Los distintos conflictos producidos en Oriente Medio en los últimos años han provocado que algunos países productores ofrezcan petróleo con algunas interrupciones, tal y como ocurre en Iraq o que otros, como la propia Siria, haya dejado de exportar. Al país se le prohibió vender su producción fuera de sus fronteras por una sanción impuesta por la comunidad internacional como reacción a los problemas que acucian al país desde hace ya más de dos años.

Por lo tanto, si el conflicto se le escapa de las manos a la comunidad internacional el problema no será Siria. El país ni produce y, además, es uno de los países que menos aporta en la OPEP, sino la cantidad de estados productores que lo rodean.



Uno de los mayores problemas podría radicar en Irak, ya que los gobiernos de ambos países mantienen estrechas relaciones, así como los rebeldes de ambos estados.

Un empeoramiento de las tensiones geopolíticas podría elevar, aun más, el precio del petróleo. Esto perjudicaría la recuperación económica de muchos países, no sólo los de los desarrollados.

Para Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco, “para mí hay una prima de conflicto que es todo lo que esté por encima de 110 dólares por barril”.

En esta firma creen que el conflicto de Siria va a generar ruido y consideran normal la subida de los precios de este activo. Sin embargo creen que cuando la situación se estabilice volveremos a ver al petróleo cotizando en los entornos de los 90 y los 110 dólares, tal y como ha ocurrido este año.

Pero si todo se complica ¿cómo quedaría la producción en la OPEP?

Hay que tener en cuenta que en la actualidad hay un exceso de oferta de 1 millón de barriles diarios. Y que si Irak, Libia e Irán la producción se reduciría en unos 7 millones de barriles.

En total, si se recrudece el conflicto y esos países paralizan su producción habría un déficit de unos 6 millones. Los expertos creen que casi la mitad de esos barriles podría generarlos Arabia Saudí, si fuera necesario.

También hay que contar con que, cada vez más, los países productores NO-OPEP producen más petróleo.



En Inversis creen que a largo plazo la estructura de la producción de petróleo cambiará, con las aportaciones de Estados Unidos y Canadá, pero que en el corto plazo no serían capaces de cubrir el déficit de la OPEP.

Así que, preparados para que en el corto plazo el precio del petróleo se coloque por encima de los 130 dólares, aunque no será una situación estable en el tiempo.