El Ibex 35 desarrolla un nuevo impulso a la baja, esta vez desde 7.110 puntos, y comienza a consolidar por debajo del mínimo de verano establecido en 6.788 puntos. La ruptura es la base de un movimiento lateral prolongado y fácilmente identificable que provoca la activación de órdenes de stop y provoca un “efecto de bola de nieve”