Reto número 1. Arranquemos por la renta variable. Son buenos tiempos para la lírica y también para Wall Street donde la subida se ha adelantado a todo lo predecible.
Allí los índices cotizan en máximos que datan del año 2007 y es algo que “ha sorprendido”, según explica Javier Flores, responsable de Análisis de ASINVER. “No lo esperábamos hasta después de las elecciones americanas. En estos niveles, rotas las resistencias, cabe pensar que todavía queda recorrido”. ¿Y la estrategia a seguir? Ajustar los stops. “De star en renta variable, habría que estar en Estados Unidos”, afirma.
Los niveles los marca el S&P 500 que mientras permanezca por encima de los 1.461 puntos no hay motivo para alarmarse, tal y como podemos leer en nuestra Zona Premium de la mano de José Luis Cava.
En este apartado, se incluye aquello de 'cómo sortear la volatilidad' que cierto es que es algo menos protagonista desde la temporada estival de lo que lo era antes o, al menos, nadie se fija en ella si el mercado va bien, como va desde entonces.
En el horizonte semanal, toca la manida cumbre de los 27, el Eurogrupo, el Ecofin... para tratar de aprobar, como mínimo, el MEDE, el nuevo mecanismo de estabilidad de la eurozona porque, de momento, del rescate a España nada de nada. “Hay muchas cosas sobre la mesa, como el supervisor europeo, si España solicitará el rescate, si la ayuda a los bancos computará como deuda o no….”, reconoce Álvaro Blasco, director de ATL Capital. Aún así, en este aspecto hay opiniones dispares. Decía Daniel Lacalla, gestor de hedge funds, hace tan sólo una semana en una entrevista para Estrategias de Inversión, que un rescate perjudicaría fundamentalmente a aquellos bancos que se han visto -ni se verán- necesitados de una 'ayuda' desde Bruselas, véase el caso de Santander y BBVA. En este sentido, Jesús de Blas, de Crédit Agricole, considera que al mercado 'perezoso' como para dejarse caer y contradice la opinión de su colega de profesión.“Si vemos algo a favor de que el MEDE se active, los bancos nacionales – BBVA y Banco Santander- podrían jugar un papel importante. Además, el sector del acero ha estado muy deprimido y también podría ser una buena opción”. Pero, cuidado, no hay quien se atreva con apostar por banca nacional a largo. Eso es otro cantar.
Reto número 2. Saber identificar dónde está el techo del mercado. “Hay veces que ni llegan a ejecutarse las órdenes porque esperamos demasiado”, asegura en uno de los cursos de Formación de Estrategias de Inversión, Ignacio Albizuri. Esto es, arriesgar demasiado y coger al mercado en lo alto. Un buen 'corto' debe saber 'invertir con estrés', las denominadas 'entradas nerviosas' que se producen justo al borde de perforar un soporte.
El experto enumero mil y una claves para gestionar el riesgo, pero las fundamentales se ciñen a saber “definir la máxima pérdida” y elaborar un “ratio de aciertos y fallos”. ¿Cuánto estamos dispuestos a dejarnos por el camino? De ahí, la importancia de ceñir los stops por un motivo más que evidente...¿existe algún trader que realmente confíe en que el rally alcista de las bolsas se mantendrá por mucho tiempo? Ni los más optimistas en un mercado que se mueve a ritmo de declaración política.
En este punto, adquiere especial relevancia el 'psicotrading'. Saber controlarse, sin que sea el mercado el que lo haga por nosotros. Los mercados se mueven en base a sentimientos y de ahí que muchos expertos se rigan a la hora de invertir por ratios con el denominado PPO. ¿Creer o no creer en la teoría de la opinión contraria? Parafraseando a Cárpatos en un informe recogido en Serenity Markets, es la teoría quizás de los 'gorilas invisibles'. Resumiéndolo mucho, el experto se refiere a un experimento relativo a un partido de fútbol. A una parte de los voluntarios se les pidió que contaran el número de pases entre los jugadores, al resto no. Pues bien, esa parte 'inocupada' pudo detectar cómo se colaba un gorila en el terreno de juego, mientras que el resto no. Demasiado centrados en su objetivo. ¿Moraleja? “Nos empecinamos en que el mercado tiene que subir o bajar, y a partir de ese momento estamos solo centrados en buscar indicadores que nos confirmen nuestra testaruda postura (...) En el momento en el que desconectamos a nuestro cerebro del modo de ver el panorama general, estamos perdidos”.
Reto número 3. Poner frenos. El apalancamiento es un instrumento financiero muy ventajoso, pero también con muchos riesgos si se nos va de las manos. Se utiliza fundamentalmente en terreno de forex y commodities y se ciñe a una regla básica que resume Albizuri:
Con 5.000 euros… x 10%= 500 euros en 10 fallos estamos en la ruina.
¿Asusta? Puede, pero es cierto que permite exposiciones mucho mayores de las impensables para un inversor particular, aunque cabe recordar que se está jugando en otra liga y que no sólo nosotros queremos ganar dinero. En este ámbito, José María Luna, director de Análisis de PROFIM EAFI, considera que nos encontramos ante un escenario algo desdibujado de lo que se entiende por 'común' después de un QE3 como el vivido en Estados Unidos. Normalmente, afirma, “hemos asistido a un repunte de las materias primas, sin embargo, las materias primas industriales, en un escenario de desaceleración no creo que repunten de precio”. En cambio, “el oro, al haber más dólares en circulación, se transformará en un activo refugio. Podríamos ver cierto recorrido al alza”. Y lo cierto es que son muchos los que confirman el canal alcista en el que vive el metal dorado a pesar del parón en seco que está viviendo este año. El consenso de expertos fija el precio objetivo de la onza en 2.100 dólares. Y el recorrido al alza del crudo vive más de lo mismo. No es momento para invertir en oro negro, salvo -excepción ya conocido- tensiones en Oriente Medio. “El petróleo debería comportarse de una forma similar a las materias primas industriales, aunque las tensiones geopolíticas podrían presionar al alza los precios”.
A este aspecto se suma una posible revalorización de la moneda única frente al dólar, una paridad que José Luis Cava ve en el 1,33 al cambio. Luna, por su parte, recomienda “invertir en renta variable americana con divisa cubierta, renta variable alemana o compañías industriales, y renta variable emergente a través de fondos mixtos flexibles”. Además, el experto añade a su rádar “los fondos inmobiliarios de EEUU”.
Reto número 4. Marcar un objetivo diario. Es la gran diferencia respecto a las posiciones largas que durante años están en estado de seminconsciencia. ¿O nadie tiene 'telefónicas? “Hay que preservar el capital primario”, considera Albizuri.
Se encuentra extendida la idea de 'diversificar para vencer' y en los últimos tiempos la teoría se está invirtiendo. Según un estudio elaborado por Natixis Global Asset Management sobre las 15 principales firmas globales de administración de activos, el 67% cree que la diversificación “ha dejado de funcionar”, al menos como forma de combatir la volatilidad que, por cierto, aumentará, tal y como afirmaron el 80% de ellos.
Reto número 5. Renta fija. Ya no es lo que era. La curva de tipos ha tendido a estrecharse en las últimas subastas de deuda realizadas en nuestro país. ¿El motivo? La credibilidad de España...no, desde luego. Es discutible si nuestro país a recuperado un ápice de confianza entre los inversores internacionales, pero la cuestión detrás del ajuste está en la sede del Banco Central Europeo. Como identificaba Javier Flores en la última de las colocaciones del mes de septiembre, España había lanzado una nueva referencia Benchmark para el bono a tres años ligeramente por debajo del 4%. La última de las subastas celebradas este mismo mes fijó la rentabilidad de estos títulos en el 4,028%; la del bono a cinco años se quedó en el 4,76% de un 6,45% anterior. El BCE marca la pauta y previsiblemente todos los bonos se ajustarán a la rentabilidad 'impuesta' por Bruselas. Luego, conclusión, se acabó el chollo de invertir en el Tesoro Público.