Se trata de los últimos datos de la encuesta mensual de gestores que elabora BofA Merrill Lynch y que se ha constituido como un referente para los mercados.
De acuerdo con los autores de este estudio, en la actualidad los niveles de efectivo en los portfolios han alcanzado una media del 5,5%, lo que supone una señal inequívoca de compra para los traders. De hecho, los inversores se habrían dejado llevar por los temores a una posible ruptura de la eurozona provocada por Grecia y por las fuertes caídas de la bolsa de China en las últimas semanas y que ha provocado descensos de hasta un 30%.
Explican en Bofa Merrill Lynch que la regla general cuando se habla de liquidez es sencilla. Cuando se supera el 4,5% se genera una señal contrarían que recomendaría compras. Al contrario, cuando cae por debajo del 3,5% el porcentaje nos estaría hablando de ventas.
La cifra actual de efectivo e instrumentos líquidos no se había alcanzado desde la quiebra de Lehman. Sin embargo, señalan en la firma, en esta ocasión no se ha producido una capitulación de los fundamentales macroeconómicos y, de hecho, el sector que acumula más posiciones largas en junio eran los bancos globales.
Con todo, la confianza en la economía global ha caído con fuera y en la actualidad sólo un 42% de los encuestados consideran que el año que viene nos enfrentaremos a una expansión, frente al 55% del mes anterior.
Uno de los principales focos de preocupación para los gestores es China. Un 62% de los panelistas creen que la economía del país asiático empeorará en los próximos 12 meses. Es más, un 80% cree que el país crecerá por debajo del 6%.
Quizá todas estas características de la bolsa han provocado que los inversores vean al oro infravalorado por primera vez en cinco años. No hay que olvidar que en tiempos de crisis, el oro es uno de los principales activos refugio para los inversores.
No extraña tampoco que ante este panorama, la asignación de activos de sus carteras a materias primas haya caído a mínimos de seis meses.
En concreto, en los portfolios de los gestores este mes hemos visto una gran reducción de materias primas, telecomunicaciones, renta variable europea y energía. Por el contrario, se ha producido un aumento de bancos y efectivo.
A pesar de todo, los inversores siguen prefiriendo la renta variable a otro tipos de activos y, de hecho, ha aumentado su peso. En junio un 42% sobreponderaban las acciones. También ha aumentado el porcentaje de inversores que rebajan el peso de los bonos de forma que su peso se ha colocado por debajo de la media histórica, al igual que ha ocurrido con las commodities.
En este entorno, ha aumentado a máximos de cinco meses la perspectiva con respecto a la renta variable americana. El porcentaje de inversores que la infraponderan se ha reducido hasta el 7%. A pesar de Grecia, Europa sigue siendo una de las regiones favoritas y a pesar de que el número de inversores que la sobreponderan se ha reducido hasta el 40%. La cifra está por encima de la media histórica.
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