El discurso de la presidenta de la Reserva Federal (FED), Janet Yellen, prácticamente no se diferencia nada de los últimos comunicados de la institución, aunque quizá pudiera resultar ligeramente más dovish. Continúa diciendo que la política monetaria no tiene un ritmo predeterminado, que las subidas dependerán de los datos que se conozcan y que harán todo lo que esté en su mano para conseguir sus dos mandatos:  mantener la inflación a largo plazo por encima del 2% y asegurarse de unos buenos datos de empleo. 


A pesar de los temores, la presidenta reitera que la economía americana sigue haciendo progresos en materia laboral y que su otro mandato, el control de los precios, sigue siendo difícil porque el objetivo de inflación a largo plazo –situado en el 2%-, sigue siendo difícil por la caída de los precios de la energía.

 
Recuerda Yellen que desde principios de 2010 se han creado 13 millones de empleos en el país y que la tasa de paro está ya en el 4,9%. En opinión de la presidenta de la FED, la mejora en el empleo se ha producido gracias a una moderada expansión de la economía a pesar de la fortaleza del dólar, que ha retraído en cierto modo las exportaciones.
 
La presidenta ha reconocido también en su discurso, que el consumo de los hogares del país sigue creciendo, a pesar de la ralentización del cuarto trimestre. De hecho, apunta que la venta de automóviles alcanzó el año pasado máximos históricos en el país.
 
A pesar de todo, Yellen de la autoridad monetaria explica que las condiciones de los mercados financieros podrían afectar a la economía. En concreto, ha asegurado que “recientemente las condiciones financieras de Estados Unidos han apoyado menos el crecimiento, debido a la caída de la bolsa, la subida de los costes financieros para algunos actores y por la subida del dólar. Si todo esto continúa, podría afectar a la evolución de la actividad económica y al mercado laboral, aunque la caída de los tipos a largo plazo y de los precios de la gasolina podrían compensar estos riesgos”. 
 
En este sentido, Yellen ha asegurado que “el aumento de la creación de empleo y la subida de los salarios puede aumentar los ingresos reales de los hogares y acelerar el consumo con lo que el crecimiento de la economía retornará con el tiempo gracias también a las políticas monetarias expansivas de otros bancos centrales”.
 
Pero no toda la visión de la presidenta es tan positiva. Afirma que, sobre la economía hay un cierto velo de incertidumbre,  sobre todo por los riesgos de que algunos problemas del exterior pudieran contagiarse a Estados Unidos. En este sentido, la presidenta se refiere básicamente a China. Toda esta incertidumbre, asegura “incrementará la volatilidad en los mercados financieros” debido sobre todo a los miedos por China y por los temores a una recesión global.
 
Para Yellen, si continúan las tensiones en el campo de las materias primas y pasa más factura a algunas empresas y países emergentes exportadoras, se podría ver afectado el sector exportador del país y las condiciones financieras en el país podrían empeorar.
 
La presidenta no descarta que la caída de los precios de la energía pueda suponer un buen apoyo al crecimiento económico del país.
 
Política monetaria
 
Ha explicado en su discurso que la decisión de subir los tipos en diciembre porque el Comité Federal del Mercado Abierto de la FED estimó que con esta medida la economía seguiría expandiéndose, lo mismo que el mercado laboral.  Ha explicado también que si la FED “hubiera comenzado demasiado tarde a subir los tipos, la normalización hubiera tenido que ser más abrupta arriesgándose así a llevar al país a una recesión”.
 
En este sentido, la presidenta ha sido muy cauta. Ha reiterado que solo subirá los tipos de forma gradual y teniendo en cuenta los datos económicos que se vayan conociendo. “El Comité espera que los tipos se mantengan durante un tiempo por debajo de la media que se espera para el largo plazo”, dicen. Así, Yellen no se ha querido pillar los dedos y ha dicho que si la economía lo requiere subirán los tipos más rápido de lo que se anticipa, y viceversa.
 
Con todo, Cárpatos considera que “es difícil de creer que realmente esté pensando en ninguna subida de tipos, sería un disparate. Pero posiblemente piense que si se le ocurre decir que suprime la posibilidad de tipos, el mercado se asuste pensando que las cosas estén mal”. De hecho, el experto destaca que “bajan las posibilidades de subidas de tipos en febrero de 2017 al 24% cuando tras el discurso de Yellen llegaron a subir hasta el 46%. En suma el mercado habla alto y claro no se cree nada de Yellen".
 
Así, los expertos de Bespoke Investment han publicado un artículo en el que explican el mal comportamiento de algunos activos financieros tras la subida de tipos de interés.

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