Pese a que aún le quedan algunos cartuchos por quemar, ningún experto esperaba movimientos sorpresivos en cuanto a la reunión del Banco Central Europeo de hoy. Como así ha sido. Sin embargo, Draghi no ha descartado tomar más medidas en el futuro si fuesen necesarias, algo que ya ha dejado caer en alguna que otra ocasión. “Tenemos que centrarnos en la implementación de las medidas adoptadas para saber si serán necesarias más medidas”, ha comentado.
A este respecto ha explicado que están
"preparados, dispuestos y capacitados para actuar si es necesario". Y es que sabedor de que sus palabras siempre han tenido un impacto importante en el mercado, ha decidido seguir su misma línea de actuación en escena, aunque en esta ocasión con un resultado muy tenue.
Draghi ha añadido que las medidas que está implementando el BCE hasta ahora “han sido muy efectivas”. En este sentido, ha mandado un mensaje a los miembros de la Eurozona al señalar que “con medidas estructurales, los resultados serían mayores”.
En su opinión, es necesario que los países “aumenten la productividad y la mejora de las infraestructuras”. Así pues Draghi ha expresado que son necesarias las reformas estructurales en todos los países de la zona euro, “aunque algunos países las necesitan más que otros”, debido a la situación por la que atraviesan.
Por tanto, las principales plazas europeas han respondido con caídas, con la excepción del Ibex 35, que pese a que ha moderado las ganancias que llevaba acumulando desde los primeros compases de la sesión, ha seguido mostrando el color verde. Por su parte, el euro-dólar ha retomado ligeramente la senda alcista para regresar a los niveles del 1,12.
En relación al Brexit, un catalizador negativo que lleva encima de la mesa durante un tiempo, Draghi ha explicado que “el BCE está preparado tanto para un Brexit, como para la permanencia de UK en el Reino Unido”.
Como explica Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios de Banca March, “Su presidente, Mario Draghi, ha manifestado que están centrados en la implementación de los programas vigentes y en el seguimiento de sus resultados, paso que ven necesario antes de plantearse la necesidad de otras acciones. Además, hay dos tipos de medidas que comenzarán a aplicarse este mes: la compra de bonos corporativos y las nuevas subastas de liquidez a largo plazo (TLTRO II)”, apunta la experta.
La reunión de hoy ha sido menos intrascendente de lo que se puede pensar. La razón es que ha coincidido con la entrada en vigor del llamado CSPP que traducido al lenguaje de la calle no es otra cosa que el programa de compra de bonos corporativos. Hasta ahora la autoridad monetaria solo había comprado renta fija de los estados y ahora incorporará a su balance emisiones de empresas no financieras con grado de inversión.
Los analistas prevén que de los 80.000 millones que se dedican cada mes a la compra de activos, los bonos corporativos supongan entre 5 y 10.000 millones de euros al mes.
Este programa que viene a completar el QE en un intento de la autoridad monetaria por apuntar el crecimiento de la eurozona, así como de la inflación, está disparando el tamaño del balance del banco. Como explican los expertos de BofA Merrill Lynch, “a principios de 2017, podría superar al de la FED, que supera ya los 4,5 billones de dólares.”
Por el momento, el mero hecho de que el BCE haya puesto ese programa en marcha ha provocado que muchas empresas europeas hayan emitido bonos, ya que las compras del BCE solo se harán sobre emisiones vigentes.
Como explica Boudeguer, “el aumento de las emisiones de bonos que el programa ha generado ha sido bien recibido por los inversores, pero con límites: no están comprando indiscriminadamente, sino créditos que se consideren fiables. Por ahora no se ha generado una burbuja, esperemos que esta tendencia se mantenga”.
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