El banquero italiano lo ha dicho bien claro “en estos momentos no creemos que sean necesarios, pero las condiciones pueden cambiar…”. Es decir, que no descarta la utilización de un proyectil que muchos consideran poco útil y que podría traer más consecuencias negativas que positivas, sobre todo para el sector bancario.
Los expertos de AXA IM recuerdan que desde mediados de 2014 hay cinco economías que han aplicado tipos negativos: Suiza, Dinamarca, Suecia, Japón y la eurozona –que aplica una facilidad de depósito negativa-. Eso sí, dicen en la firma, “ninguno de ellos los ha situado por debajo del 0,75-. Como resultados es posible que veamos los tipos de interés negativos más bajos que los tipos de interés reales”, dicen.
Una de las razones que han impulsado al BCE a tomar estas decisiones es la de forzar a los bancos a que incrementen el crédito y a las empresas y a los hogares a no tener el dinero en el banco, ya que podría costarles dinero. Es decir, que esta liquidez llegue a la economía real.
Pero la situación no parece tan fácil. Los expertos de AXA IM apuntan que “los bancos no son muy favorables a pasar esta rebaja de interés a los depósitos de los minoristas, con lo que los tipos reales están cerca del 0%. Esto lo hacen para evitar salidas de depósitos de sus balances que tendrían que reemplazar con financiación mayorista, más cara”. Como resultado, dicen, el coste de los tipos de interés negativos va a ser soportado por los bancos.
En la rueda de prensa Mario Draghi dijo que estas políticas no tienen por qué afectar a la rentabilidad de los bancos, en general. Aunque en AXA no están de acuerdo. En la firma recuerdan que “las entidades financieras tampoco repercuten esta reducción de tipos a los créditos, lo que reduce el beneficio para la economía real”.
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