La historia de Sacyr y la Inmobiliaria Colonial son calcadas en la primera sesión del 2014 con desplomes que superan el 9%. En el caso de la compañía del mercado continuo, dicha caída la lleva a perder el euro por acción, considerado un importante soporte. Y es que ya lo decían los analistas de Renta 4:
"técnicamente el título presenta mucho atractivo, siempre y cuando su viabilidad como empresa no se vea mermada por la deuda actual". Los expertos se referían, en ese caso, al potencial de revalorización de una compañía que subía un 8% a mediados de octubre cuando otras, como Quabit Inmobiliaria, lo hacía un 130%. (Ver: El ladrillo, a examen)
Después de la suspensión a primera hora y de su vuelta a cotización, todo se ha desencado por un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores ocho minutos antes de las 8:30 de la mañana.
Villar Mir, máximo accionista
No será el único que entre en el grupo inmobiliario, pero sí el que lo hace con más fuerza.
Son tres los nuevos accionistas que entrarán en Colonial siendo el primero de ellos Villar Mir, que pasará a ser el accionista mayoritario, tras la inyección prevista de 300 millones de euros que deberá aprobar a partir de las 12:30 horas de este jueves la compañía en Junta Extraordinaria de Accionistas.
Por otro lado, Grupo Santo Domingo y Amura Capital también entrarán en el grupo inmobiliario por un importe de 100 millones de euros cada uno.
La fórmula para dar entrada a estos tres nuevos actores será una ampliación de capital por valor máximo de 1.000 millones de euros con derecho de suscripción preferente para sus accionistas, como versa el comunicado de Colonial remitido al regulador esta misma mañana.
"El precio de emisión del Aumento de Capital Dinerario sea como máximo de 0,5 euros por acción, ajustable a la baja en función de determinados parámetros", dice el texto, que según se contemplan tienen que ver con la desconsolidación de Asentia, la filial de suelo y promociones de la compañía, el hecho de no vender más del 20% del que Colonial considera su icono, Sociètè Foncière Lyonnaise (SFL) -una venta con la que habría que tenido que 'tragar' Villar Mir sin demasiado gusto- y la refinanciación del préstamo sindicado por valor de 1.759 millones de euros.
En principio, esas "premisas" podrían no beneficiar en absoluto al accionista. Carlos Ladero, analista de WallWood Spain, reconoce que "los bancos no van a ir a esa ampliación de capital" siendo esta "una operación de cortos de libro puesto que al final caerá a 0,5 euros por acción" tratándose de "un capítulo más de cómo arruinar a un accionista".
En opinión del experto, "lo que está haciendo Villar Mir y Cía. es blindarse por si los bancos dijeran que sí a la ampliación de capital (a la hora de acudir) pero antes vendieran activos patirmonialistas".
Por contraposición, la banca actualmente mayoritaria en el grupo sólo aspira a diluir su capital de Colonial. Se trata de Royal Bank of Scotland, los fondos de Colony y Crédit Agricole, los tres con paquetes que rondan el 20%, así como La Caixa o el Banco Popular.
Deuda de Colonial
¿En qué situación se encuentra realmente la compañía? Según los últimos datos disponibles hechos públicos a cierre del primer semestre del 2013, reflejan una deuda financiera neta de 3.501 millones de euros de los que la mayor partida es la ya mencionada, el préstamo sindicado.Cabe decir que la deuda de Asentia no se encuentra dentro de esta cifra.
El mayor monto que corresponde a la deuda tiene que ver con un préstamo sindicado, refinanciado en febrero de 2010 y con vencimiento en diciembre de 2014, con las entidades Calyon Sucursal España, Eurohypo AG sucursal en España, Coral Partners y The Royal Bank of Scotland.
Además, la sociedad financiera de Lyon, propiedad del grupo, cuenta con dos préstamos sindicados por valor de 650 millones, aunque el punto a destacar de esta entidad son las obligaciones emitidas en dos rondas y que ascienden a títulos por un total de 1.000 millones de euros con vencimiento en 2016 y 2017.
Uno de los propósitos de Colonial es adelantarse a los vencimientos de deuda a los que se enfrenta en el año 2014 y que ascienden hasta los 1.878 millones de euros.
En principio, según ha declarado la inmobiliaria en distintos medios de comunicación, se descarta la intención de lanzar una OPA por parte de cualquiera de los nuevos accionistas.