¿Qué son las Small Caps?
Las "Smalls caps" son las compañías cotizadas de pequeña capitalización. En principio no existe ninguna regla general para definir pequeña compañía. Una sociedad, con 2.000 millones de euros de capitalización, puede ser considerada "small cap" en el mercado estadounidense y formar parte del Ibex 35 de la bolsa española. Como baremo orientativo, en el mercado nacional pueden considerarse "small caps" a las compañías con una capitalización inferior a los 1.000 millones de euros.
En España hay dos índices importantes que engloban a valores pequeños y medianos. El Ibex Complementario tiene 38 miembros y está formado por aquellos valores que, estando incluidos en los índices sectoriales de Sociedad de Bolsas, no pertenecen al Ibex 35. El BCN-Mid 50 recoge a las mayores empresas que cotizan en la Bolsa de Barcelona y no están incluidas en el Ibex 35. En EE.UU. destaca el Rusell Small Cap, que, de entre las 3.000 empresa más grandes que cotizan en el país, reúne a las que no forman parte del S&P 500.
Como ya hemos dicho, la valoración de small cap dependerá del tipo de mercado en el que cotice con respecto a las large cap, mid cap o big cap, que son compañías de un tamaño mayor. Pero, generalmente son aquellas que se encuentran en la horquilla de entre los 300 millones de dólares de capitalización, en el caso de mercados más pequeños como el español, y entre los 2.000 millones en el caso del mercado estadounidense. Si superan esas cantidades se consideran ya mid cap, que son las de mediana capitalización. La importancia dentro del mercado es notable, ya que en Europa representan el 50% y en Estados Unidos el 60%. Por tanto, es un segmento de mercado de gran importancia para los inversores.
¿Cómo cotizan?
En cada mercado lo hacen de una manera distinta. Por ejemplo, en el caso español existe el Ibex Small Caps, mientras que a nivel europeo está el Stoxx Europe 200 Small. En Estados Unidos el índice más famoso es el Rusell, donde están aquellas que no han entrado dentro del S&P 500. Para invertir en ellas, se puede hacer de forma individualizada comprando una compañía o varias que se consideren small cap, o bien comprando un ETF o fondo indexado que replique un índice en el que coticen estas compañías.
Ventajas y desventajas de las small caps
Como todo, este tipo de compañías cuentan con pros y con contras. A su favor juega el potencial crecimiento y beneficio para los inversores. Si compramos una compañía que está valorada en 500 millones y dentro de tres años su capitalización es de 2.000 habremos multiplicado por cuatro nuestra inversión inicial. Además, suelen tener revalorizaciones más altas que las empresas más grandes y están a precios más asequibles, por lo que podemos poseer un porcentaje mayor de la compañía. En su contra juega un mayor riesgo, son empresas menos conocidas y con más riesgo de desaparecer o de sufrir importantes contratiempos en el mercado. Además, suele haber menos información sobre ellas y algunos analistas no las siguen ni tienen en su radar por su pequeño tamaño. Además, también son bastante más volátiles que las empresas de mayor tamaño.
Por eso, una forma menos arriesgada de invertir en este segmento de mercado y tener su exposición es hacerlo mediante ETFs o fondos indexados, ya que replican un índice e invierten en varias empresas a la vez. Comprar acciones individuales de una de estas empresas entraña un riesgo mucho mayor, aunque si hemos hecho un buen análisis y confiamos en el crecimiento futuro de esa empresa nos puede reportar rentabilidades muy elevadas. Así, todo dependerá de nuestro perfil de riesgo.
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