¿Qué es la cuota decreciente?
El capital amortizado es siempre el mismo, reduciéndose constantemente los intereses, y así, la cuota a pagar.
Se puede entender como lo contrario a la cuota creciente. La cuota creciente establece un porcentaje a pagar, a partir del cual la cuota va aumentando periódicamente. Al inicio de la amortización del préstamo, se paga menos, pero los intereses son, al final del periodo de amortización, sustancialmente mayores al de los demás sistemas de amortización.
El reembolso es el acto de devolver el dinero previamente prestado por un prestamista. Normalmente, la devolución de los fondos se produce mediante pagos periódicos, que incluyen tanto el principal como los intereses. El principal se refiere a la suma original de dinero prestada en un préstamo. El interés es el cargo por el privilegio de pedir dinero prestado; un prestatario debe pagar intereses por la capacidad de utilizar los fondos que se le entregan a través del préstamo. Por lo general, los préstamos también pueden pagarse en su totalidad de una sola vez en cualquier momento, aunque algunos contratos pueden incluir una comisión por reembolso anticipado.
En la cuota decreciente del préstamo, se paga al principio el mayor volumen de intereses y, posteriormente, la cuota que pagamos va reduciéndose al reducirse los intereses pagados al banco.
Tal y como lo define el BBVA, la cuota decreciente es lo “relativo a un préstamo hipotecario, tiene lugar cuando el capital a amortizar se mantiene en el mismo valor, no así los intereses a pagar, los cuales se van reduciendo durante la vida del préstamo, lo que rebaja a su vez la cuota mensual”.
Los intereses
Cuando los consumidores piden un préstamo, la expectativa del prestamista es que al final puedan devolverlo. Los tipos de interés se cobran sobre la base de un tipo y un calendario contratados para el tiempo que transcurre entre la concesión del préstamo y la devolución íntegra del dinero por parte del prestatario. El interés suele expresarse en forma de tasa anual equivalente (TAE).
Algunos prestatarios que no pueden devolver los préstamos pueden recurrir a la protección por quiebra. Sin embargo, los prestatarios deben explorar todas las alternativas antes de declararse en quiebra. (La quiebra puede afectar a la capacidad del prestatario para obtener financiación en el futuro). Las alternativas a la quiebra son la obtención de ingresos adicionales, la refinanciación, la obtención de ayudas a través de programas de asistencia y la negociación con los acreedores.
¿Cómo funciona la cuota creciente?
Una vez que sabemos lo que es y la importancia de los intereses en el préstamo, tenemos que saber cómo funciona la cuota decreciente. Realmente es un sistema pactado por el banco para la amortización de un préstamo. Cabe señalar que no todos los préstamos tienen una cuota decreciente, pero si algunos de ellos. En caso de tenerlo, es un porcentaje que se establece con el banco, ya que antes de firmar tendremos que tener un cuadro de amortizaciones para saber qué es lo que se va pagando al banco.
Así las cosas, la cuota decreciente funciona pagando más los primeros años del préstamo y menos en los últimos años. Es decir, el banco reducirá los intereses al final del periodo.
La cuota decreciente es una buena opción para aquellos que quieran afrontar más gastos al principio del préstamo, por ejemplo, de una hipoteca. Y menos al final de él. Por ejemplo, si nos acabamos de comprar una casa y tenemos pocos gastos y un buen volumen de ahorros es probable que queramos pagar más que al final del periodo, ya que puede ser que ahora podamos afrontar una cuota más alta, pero no en el futuro. O quizá queramos quitarnos al principio el grueso de los intereses.