¿Qué es la Rentabilidad Relativa?
Hace referencia al cálculo de rentabilidades relativas al riesgo. Este cálculo se realiza dividiendo las rentabilidades brutas producidos por el fondo en los últimos tres años por la volatilidad durante ese mismo periodo. La volatilidad es el ritmo al que aumenta o disminuye el precio de una acción en un periodo determinado. Una mayor volatilidad del precio de las acciones suele significar un mayor riesgo y ayuda al inversor a estimar las fluctuaciones que pueden producirse en el futuro.
La volatilidad es la desviación estándar de los rendimientos anualizados de una acción durante un periodo determinado y muestra el rango en el que su precio puede aumentar o disminuir.
Por su parte, La rentabilidad de una inversión es un concepto simple cuando se refiere a un único período. Se mide sencillamente como la ganancia total (plusvalía y rentas generadas) por unidad invertida. En las acciones, la rentabilidad proviene de las ganancias de capital y los dividendos; en los bonos, a las ganancias de capital se añaden los cupones pagados. Si queremos medir la rentabilidad de varios períodos, desde el punto de vista del inversor lo correcto es utilizar el método de descuento de flujos. La medida resultante es la TIR (tasa interna de retorno), es decir, la tasa que iguala el valor presente de todos los flujos recibidos a la inversión inicial, ponderándose las cantidades invertidas en cada período.
Así las cosas, la rentabilidad relativa lo que busca es poner en relación el rendimiento que ha ganado un fondo o un activo – que puede ser una acción o cualquier otro – con respecto al riesgo que se ha tenido. Ya que el mundo de la inversión, el binomio rentabilidad/riesgo es un factor muy importante. Los inversores no solamente deben fijarse en el dinero ganado, también en el riesgo asumido, debido a que cada uno de nosotros tenemos un perfil de riesgo diferente.
Con el concepto de la rentabilidad relativa se busca saber el control del riesgo que ha tenido un fondo, es parecido al alfa y beta de una cartera. Ya que el objetivo es poner en relación la rentabilidad con el riesgo y si se ha batido o no al mercado, aunque en la rentabilidad negativa no se busca saber este factor.
Un ejemplo de rentabilidad relativa
Como hemos dicho, se emplea generalmente para fondos de inversión tomando como referencia los tres últimos años tanto en rentabilidad, como en volatilidad. Así las cosas, hacer el cálculo para conocer la rentabilidad relativa es bastante sencillo. Necesitamos saber cuál ha sido el rendimiento de cada año del fondo y cuál su volatilidad.
Supongamos los siguientes datos:
- Rentabilidad Año 1: 15%
- Rentabilidad Año 2: 11%
- Rentabilidad Año 3: 5%
- Volatilidad Año 1: 10%
- Volatilidad Año 2: 11%
- Volatilidad Año 3: 3%
Ahora, para conocer la rentabilidad relativa se haría el siguiente cálculo:
- Rentabilidad relativa año 1: 15/10 = 1,5%
- Rentabilidad relativa año 2: 11/11 = 0%
- Rentabilidad relativa año 3: 5/3 = 1,66%
En este caso, el fondo consigue tener una rentabilidad relativa positiva. Ya que ha tenido unos rendimientos superiores a la volatilidad de ese mismo periodo. Ahora bien, el riesgo asumido es muy similar a la rentabilidad lograda. Con estos datos, el inversor es el que debería valorar entonces si le es asumible ese riesgo para esa rentabilidad. En este caso, este fondo sería para un perfil moderado o agresivo, ya que probablemente un perfil conservador no estaría dispuesto a asumir un riesgo o volatilidad tan alto. Así las cosas, el dato será bueno o malo en función de cada cliente y sus objetivos de inversión.