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    Inflación de Demanda

    ¿Qué es la Inflación de Demanda?

    La inflación se puede definir de diversas maneras. En definitiva, se trata de una subida de los precios y una pérdida de poder adquisitivo de la moneda. La inflación es la disminución del poder adquisitivo de una moneda determinada a lo largo del tiempo. Una estimación cuantitativa de la tasa a la que se produce la disminución del poder adquisitivo puede reflejarse en el aumento del nivel medio de precios de una cesta de bienes y servicios seleccionados en una economía a lo largo de cierto periodo de tiempo. El aumento del nivel general de precios, a menudo expresado en porcentaje, significa que una unidad de moneda compra efectivamente menos de lo que compraba en períodos anteriores.

    Mientras que, la deflación es un descenso generalizado de los precios de los bienes y servicios, normalmente asociado a una contracción de la oferta de dinero y crédito en la economía. Durante la deflación, el poder adquisitivo de la moneda aumenta con el tiempo.

    ¿Qué es la demanda?

    Por otro lado, tenemos que saber qué es la demanda. La demanda es el interés de comprar un determinado bien o servicio. Por ejemplo, cuando hablamos de la demanda en la compra de casas, estamos hablando del interés que hay por parte de los compradores de adquirir este determinado bien o servicio. Cuando la demanda baja quiere decir que hay menos interés en comprar ese producto o servicio. Mientras que cuando sube, sube el interés de compra sobre el mismo. Esto se traduce en un mayor o menor número de operaciones sobre un bien.

    Como la inflación es el aumento de los precios, lo que se entiende por inflación de demanda es un aumento del interés a la hora de comprar un bien o servicio. Por ejemplo, supongamos que en el año 2018 se vendieron 100.000 coches en España y en el año 2019 se vendieron 150.000, podríamos ver un aumento de la demanda. Pero, esto no quiere decir que sea inflación de demanda, porque aquí entra en juego también la oferta.

    Entonces, para que se dé una inflación de demanda tiene que ser superior a la oferta existente. Es decir, en el ejemplo anterior hablaríamos de inflación de demanda, si se vendieron 150.000 vehículos cuando solamente se ofertaron 130.000. Mientras que, si se vendieron 150.000, pero se ofertaron 200.000, no habría inflación de demanda.

    Cuando sucede esto, es peligroso y denota que hay algún tipo de problema en el mercado. Puede ser por abastecimiento, por falta de producción o incluso porque se esté dando una burbuja en ese sector del mercado. Lo que provoca la inflación de demanda es un aumento generalizado de los precios al no haber oferta para satisfacer la demanda existente.

    Además, puede ser aún más peligroso en función de los bienes o servicios en los que se dé. Por ejemplo, si hay inflación de demanda en teléfonos móviles, probablemente será un problema que se solucione en pocos meses. Ya que las empresas buscarán alternativa para poder satisfacer las necesidades de sus clientes. Además de que es un bien de rápida producción. Sin embargo, si hay una inflación de demanda en la vivienda, es un problema que tarda años en solucionarse, a veces no lo hace, y provoca un aumento generalizado de los precios dificultando el acceso a la vivienda de los jóvenes y de aquellas personas con ingresos más moderados.

    Así las cosas, tenemos que entender la inflación de demanda como aquel proceso en el que el interés y demanda de un bien o servicio es mayor a la oferta que hay sobre el mismo.

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