¿Qué es la cifra de negocio?
La cifra de negocios es un indicador que recoge los ingresos de una empresa, sector, industria o economía, por venta o prestación de servicios durante un periodo de tiempo determinado. En otras palabras, son los ingresos que una compañía registra gracias a su actividad, que generalmente estará enfocada en la venta o de bienes o de servicios o de las dos cosas. Aunque, dependiendo de la compañía también pueden obtener ingresos gracias a los intereses o a las regalías, además de otros cargos. Por ejemplo, una compañía que presta servicios telefónicos impone un recargo a los clientes que han impagado una factura, esos ingresos también forman parte de la cifra de negocio total. Hay que tener claro en este punto que los ingresos no son beneficios. Es decir, gracias a la cifra de negocio se puede saber todo lo que una empresa ingresa en un periodo determinado, que generalmente será un trimestre o un año. Ahora bien, una vez que se conoce el dato habría que descontar todos los gastos e impuestos para conocer el beneficio neto de la firma en concreto. Por tanto, se puede tener una cifra de negocio elevada y, al mismo tiempo, no ser una compañía rentable y estar incurriendo en pérdidas porque los gastos son muy altos debido a múltiples factores.
¿Cómo se calcula la cifra de negocio neta?
Ahora bien, para saber más detalladamente cuales son los ingresos netos de la compañía, aquel que ya resta los descuentos a clientes y los impuestos hay que hacer una sencilla operación.
Cifra de negocios neta = ingresos de ventas o cifra de negocio – descuentos – impuestos
Así las cosas, solo tendríamos que restar a los ingresos totales los descuentos y los impuestos directos que tiene que abonar la compañía. Aunque, aquí seguiríamos sin obtener el dato de los beneficios netos, ya que seguiría habiendo gastos por descontar como salarios, impuestos indirectos, gastos comunes, etc.
La importancia fiscal
La importancia de la cifra de negocio es crucial en materia fiscal, ya que según este dato una empresa puede ser considerada como pyme o no. En España esto es transcendente porque en función del tamaño de la empresa, medido por su cifra de negocio, se establece si estamos ante una empresa grande, mediana o pequeña. De esta manera, y según la Agencia Tributaria aquella compañía que supere los 6.010.121,04 de cifra de negocio, es decir un poco más de 6 millones de euros, pasaría a ser considerada como gran empresa. Los cambios fiscales para este caso tienen que ver, entre otras cosas, con que el pago del IVA y del IRPF pasa a ser mensual en lugar de trimestral. Ahora bien, si la compañía no supera los 10 millones de euros anuales de cifra de negocio seguirá siendo considerada como de reducida dimensión. Esto es, se puede ser una gran empresa y, a su vez, serlo de reducida dimensión. Esto implica una serie de ventajas fiscales y administrativas importantes. Por eso, el volumen del negocio es importante y puede determinar el futuro administrativo y fiscal de una compañía. Si una empresa tiene una cifra de negocio inferior a un millón de euros estaría exento del Impuesto sobre Actividades Económicas. Mientras que si se supera esa cantidad se tendría que abonar ese tributo. Así, para ser una pyme se debe tener unos activos inferiores a los 4 millones de euros, una cifra de negocios inferior a 8 millones y no tener más de 50 trabajadores. A partir de ahí, se comenzará a considerar como gran empresa recibiendo otro trato fiscal. Al igual que también existe otra distinción para las microempresas, que cuentan con más beneficios fiscales y burocráticos.
