Olivier Le Braz, responsable de desarrollo de negocio de Rothschild & Cie Gestion para España, analiza la actualidad del mercado europeo y algunas de las posiciones de los fondos de la gestora.
Entrevista Hervé Foucault, jefe de Risk Based Investment Solutions de Rothschild & Cie, analiza la inversión en renta variable europea vigilando los riesgos y la volatilidad.
La evolución de los mercados el año pasado no fue la que se estimada en un principio. Las bolsas europeas en general registraron caídas y la renta variable no ofreció los rendimientos esperados. En este comienzo de 2015, sin embargo, la situación ha cambiado y la mejora de las perspectivas macroeconómicas constituye una oportunidad para reforzar nuestras posiciones.
El descenso de la producción industrial, el retroceso de los índices PMI en Francia y las cifras de inflación todavía débiles, sumados a las dudas sobre la solidez del sistema bancario portugués y algunas cifras dispares de beneficios empresariales, han traído consigo un movimiento de consolidación en los mercados europeos que se ha materializado en una caída del 3,2% del índice Eurostoxx durante la primera quincena de julio. Mientras, el resto de mercados mundiales siguen en terreno positivo, sobre todo India y China.
Después de un principio de septiembre bueno, con una subida bastante clara, hemos tenido una fase que podemos calificar de estabilidad, pero con algunas preocupaciones. Estas preocupaciones han pasado del mundo económico al mundo político.
La coyuntura económica y la configuración reciente de los mercados han sido particularmente favorables para las posiciones estratégicas. Estas posiciones se reafirman en un escenario en continuación de crecimiento mundial moderado, dentro de un contexto deflacionista y de reducción de los temores que pesan sobre el sistema financiero y la política de la zona euro. De hecho, desde julio de 2012 este escenario económico se ha ido confirmando progresivamente.
Durante las últimas semanas los mercados se han visto alentados tanto por los datos macroeconómicos como por las noticias políticas. En Estados Unidos las cifras económicas que se han publicado han resultado muy satisfactorias, especialmente en lo que respecta al crecimiento.
El tercer centro neurálgico de la economía mundial, China, parece avanzar en el ciclo global. El derrumbamiento del comercio mundial a finales de 2011 está afectando de frente a una economía ya frágil debido a la reducción forzada de una burbuja inmobiliaria incipiente. La persistencia de las presiones inflacionistas, exacerbadas por las crisis de los alimentos (cerdo y verduras) ha retrasado la respuesta de las autoridades, escaldadas por la reacción exagerada de la economía a los estimulos post-Lehman.
Tras los últimos acontecimientos, España ha vuelto a convertirse en uno de de los nuevos focos de atención de de la crisis de la zona euro. No cabe duda de que se trata de una economía que está sufriendo por la actual crisis de crédito y que continúa cargando con el el negocio inacabado de purgar la burbuja inmobiliaria.
Cuando comenzó el 2012, los mercados financieros parecían estar conducidos por las mismas preocupaciones que en la segunda mitad de 2011, y varias de estas siguen siendo las preocupaciones clave para muchos agentes del mercado.