La incertidumbre del escenario global obliga a los inversores a ser más selectivos a la hora de localizar oportunidades de negocio. La volatilidad puede convertirse en la mejor aliada a la hora de conseguir rentabilidades a largo plazo si se cuenta con el conocimiento adecuado sobre la dinámica de los ciclos económicos y se mantiene la calma.
Daniel Suárez, socio director de Le Bris EAFI, Levante Capital, explica qué son y cómo operar con los suelos y los techos de mercado.
Damos un paseo histórico por los mercados y las políticas monetarias hasta que llegamos a la situación actual de tapering donde la rentabilidad esperada de la renta variable y la renta fija se encuentra igualada.
Estamos gestionando una cartera de un millón de euros, de la que un 30% está expuesta a riesgo de renta variable. El resto está invertida en depósitos, renta fija y gestión alternativa. ¿Cómo podemos cubrir ese riesgo ante el temor de una profunda corrección de la bolsa?
Vamos a analizar niveles objetivo para el IBEX 35 en función del diferencial de la deuda española frente a la alemana.
"Todo necio confunde valor y precio". Esta cita de Antonio Machado se encuentra habitualmente en libros de valoración de activos financieros y es, también, una expresión recurrente en ponencias de expertos en gestión de activos financieros, lo que da una idea de la importancia de saber distinguir entre ambos. En el artículo de hoy los definiremos aplicados al mercado de acciones.
En este artículo vamos a escribir sobre el ratio de revisiones de beneficios, también denominado “earnings momentum” en algunas ocasiones.
La tasa de capitalización compuesta, o tipo de interés compuesto, es una expresión recurrente en el discurso de Warren Buffett cuando le preguntan por su metodología y filosofía de inversión. Básicamente consiste en dejar que un capital inicial, más los intereses que vaya generando este capital sigan creando más dinero, de forma conjunta, al aplicar el tipo de interés sobre un capital creciente en el tiempo.
Barato, pero con probabilidades de supervivencia. Este matiz es fundamental para el éxito a largo plazo de una cartera gestionada bajo un esquema value.