Los acontecimientos geopolíticos y políticos se han convertido a día de hoy en una parte integral de la asignación de activos. Actualmente, las tensiones en el comercio global e Italia representan tanto riesgos como oportunidades.
Las medidas extraordinarias se han convertido en comunes. La famosa expansión cuantitativa (Quantitative Easing) ha conseguido, según nuestras estimaciones a grandes rasgos, catapultar nada menos que 7.600.000.000.000 dólares estadounidenses a los balances.
Los primeros compases del año no resultaron favorables para los mercados, ni mucho menos. Sin embargo, a medida que nos acercábamos al final del primer trimestre, el entorno se ha recuperado en muchos aspectos desde los mínimos marcados en enero, lo que, en parte, se debe presumiblemente al efecto de la política monetaria.
Si bien China fue el centro de atención a comienzos de año por permitir la devaluación del yuan frente al dólar, los ánimos se han calmado desde entonces. Sin embargo, los escasos datos publicados durante las celebraciones del Nuevo Año lunar destacaron los retos de calado a los que se enfrenta este año la economía china.
La sucesión de crisis económicas es lo que mejor resume el año 2015. Como es obvio, desconocemos lo que nos sorprenderá este año. No cabe duda de que nos regiremos por la vigilancia y la flexibilidad. En resumen, esperamos que este año siga, en buena medida, la estela del año anterior en cuanto a ciclos económicos, si bien con una diferencia de peso: prácticamente todos los riesgos serán en diminución.
Todos conocemos la sensación de impotencia que nos invade cuando nuestro ordenador se vuelve a quedar colgado y nos envía supuestos mensajes de error ininteligibles. Y en cuanto apretamos el botón de aceptar y la pantalla se vuelve azul, caemos en la cuenta de que hace mucho tiempo que no guardamos una copia de seguridad del disco duro.
En EEUU, las distorsiones originadas por los bajos precios del petróleo y la pujanza del dólar configuran la proyección del crecimiento y la inflación. Puede apreciarse un ejemplo de estas distorsiones en la balanza comercial estadounidense.