Una de las claves para proteger nuestro patrimonio es tener una buena diversificación. Y los ETFs nos pueden ayudar en este objetivo, ya nos permiten invertir en una multitud de activos en nuestra cartera por un coste muy bajo. El grado de diversificación que podemos obtener comprando un sólo ETF es muy grande. Y las comisiones que debemos pagar de gestión y depósito son más bajas que en los fondos tradicionales. Los ETFs cotizan en mercados secundarios y podemos comprar ETFs como si estuviéramos comprando una acción de una empresa.
Una vez finalizado 2017 toca hacer balance de nuestras inversiones. Los que tuvieron exposición a bolsa en sus carteras estarán de enhorabuena, ya que la gran mayoría de índices bursátiles acabaron el año mejor de lo que lo empezaron.
Más de la mitad de la población española no sabe responder a cuestiones financieras básicas: qué es la inflación, la diversificación del riesgo, o a qué nos referimos cuando hablamos de tipo de interés. Todo eso dificulta nuestra capacidad para enfrentarnos a los mercados o a la hora de contratar el fondo de inversión más conveniente para nuestro perfil y para nuestros objetivos a largo plazo.
Una imagen vale más que mil palabras. Y por eso, con el Ibex acumulando una caída interanual del 3% es momento de mirar a la valoración histórica de la bolsa frente al bono, es decir, al Earnigs Yield Gap (EYG). Este ratio mide el PER de la bolsa (precio/beneficios estimados), contra el PER del bono (la inversa de su rentabilidad).