En un entorno complejo, marcado por las negociaciones comerciales de EEUU con sus principales socios, la atención de los mercados se centrará esta semana en los datos del índice de gestores de compras (PMI) mundiales que se publicarán el miércoles y que podrían ofrecer indicios sobre el impacto económico de la guerra comercial.
Represalias de amplio alcance por parte de otros homólogos en las próximas semanas y meses. Es lo que prevé Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, como respuesta al conflicto comercial iniciado por EEUU. Probablemente esta semana sea agitada en este frente, dice. Pero también aprecia alguna esperanza en el horizonte. “Incluso mientras homólogos comerciales clave como la UE imponen contramedidas, espero que también haya esfuerzos simultáneos para reducir las tensiones ofreciendo concesiones como el aumento de las importaciones de gas natural licuado estadounidense y, dependiendo del país, potencialmente equipo de defensa u otros productos básicos estadounidenses”, afirma.
Los informes sobre el mercado laboral estadounidense serán la referencia macroeconómica más relevante de la semana. Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, estará especialmente atento a las tasas de abandono y contratación de febrero que se recojan en la encuesta JOLTS que se publicará el miércoles.
La Reserva Federal de EE.UU. mantuvo los tipos estables por la incertidumbre económica, priorizando el control de la inflación sobre el empleo. El consumo empieza a resentirse, con caídas en el gasto discrecional como restaurantes, mientras Europa reforma su política fiscal y militar. China y Japón muestran señales mixtas: datos positivos puntuales, pero con riesgos latentes y estímulos aún limitados.
Tres de los principales bancos centrales del mundo tienen esta semana la palabra. Descartado un movimiento en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed), la atención se centrará fundamentalmente el mensaje que transmita el miércoles tras su reunión de dos días sobre política monetaria.
De los datos empleo conocidos el viernes en EEUU, más flojos de lo esperado, el aspecto “más preocupante” fue el aumento del 10 % en el número de trabajadores a tiempo parcial que desean un empleo a tiempo completo, lo que hizo que la tasa de subempleo subiera del 7,5 % al 8 %.