El actual contexto económico y de mercados invita a pensar que una estrategia de inversión de este tipo puede dar sus frutos. Y no es que la idea haya sido mía, sino que surge después de mucho escuchar a los propios gestores de fondos de inversión, quienes durante las últimas semanas han hablado acerca de sus posiciones en oro y divisas y una vez que el metal precioso ha sufrido un importante desplome al tiempo que parece haber hecho suelo, al menos por el momento.
Desde Diciembre de 2012, la Reserva Federal compra cada mes en el mercado 85.000 millones de dólares en activos. De ese importe, 40.000M $ corresponden a deuda hipotecaria -¿para cuándo el BCE hará algo similar que permita una financiación más barata de las pymes españolas, por ejemplo?- y los 45.000M $ restantes a deuda pública -más difícil que el BCE vuelva a aplicar este tipo de acciones, teniendo en cuenta que aunque ya lo hizo en su día, supuestamente lo tiene prohibido-.
El fin del Quantitative Easing tres (QE3) es una posibilidad, pero sólo eso. Es lo que decía Bernanke en su rueda de prensa sobre las previsiones económicas de los Estados Unidos.
Continúan los avances en los principales índices mundiales empujados por las inyecciones de liquidez de los bancos centrales, los bajos tipos de interés y por un riesgo sistémico que parece haber desaparecido por completo desde hace meses. Así, el S&P500, el Dow jones y el Dax, por nombrar los más importantes, siguen batiendo máximos sesión tras sesión, algo que, por otro lado, ha ocurrido innumerables veces a lo largo de la historia.
Merece la pena comparar el gráfico de la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono a diez años español con el bund o bono a diez años alemán, con el Ibex35.
El índice más representativo de la bolsa de Estados Unidos, el S&P500, ha batido la anterior marca de Octubre de 2007 situada en los 1.576. ¿Empezarán a escucharse declaraciones de analistas sobre el temido vértigo en los mercados?
La reacción bajista de los mercados tras las inoportunas declaraciones del presidente del Eurogrupo, el holandés Dijsselbloem, demuestra la fragilidad de la recuperación económica y también de los propios mercados.
El punto de inflexión que hemos vivido en la bolsa española desde el verano de 2012, tras el mensaje contundente del BCE para salvar al Euro, ha sido determinante en el devenir de los mercados, pero, ¿y la economía? La economía española lleva exactamente 5 trimestres seguidos con un PIB en negativo en una recesión asfixiante.
“Este viernes el Eurogrupo aprobará el memorándum de condiciones del rescate bancario, “con más de 30 exigencias, entre reducciones de plantillas, cierre de oficinas... y también ajustes para el país”.