El segundo semestre de 2021 avanza igual que terminó el primero. El foco se pone en los bancos centrales, mientras los miembros del mercado se preguntan si los altos niveles de inflación serán transitorios. Por su parte, las perspectivas económicas apuntan a una recuperación desigual, de la misma manera que lo fue el shock que provocó la peor recesión de la historia, aunque también la más breve.
El escenario de recuperación economía tras el coronavirus, con bajos tipos de interés, fomenta la inversión en el sector inmobiliario. Aunque quizá haya que mirar más allá del ladrillo tradicional. Con una elevada liquidez y capacidad de diversificación, los REITs ganan atractivo a medida que aumenta la inflación. Sin olvidar, claro, su generosa rentabilidad por dividendo.
La banca se enfrenta a la irrupción de nuevos competidores en un contexto en el que el propio negocio sufre. Prueba de ello es que las entidades buscan refugio en las sinergias que generan las fusiones. Un salvavidas para capear el temporal de la digitalización, proceso acelerado por la pandemia. Neobancos, fintech, bokers online o grandes tecnológicas, ¿quién se adaptará mejor a los cambios del sector?
“La tendencia es tu amiga” es una de las frases más repetidas a la hora de invertir. Sin ponerla en duda, son muchos los elementos a tener en cuenta, como la estacionalidad y el horizonte temporal, todos relacionados entre sí. No en vano, el famoso “sell in may…” o “a largo plazo todo sube” también son algunas de las afirmaciones más manidas en el mundo de la inversión.
Parece que el futuro de las economías será verde o no será. Al menos, ese es el compromiso de gobiernos, instituciones y empresas, que se han lanzado a la adopción de compromisos en materia de cambio climático. Compromisos en los que la energía, o más concretamente los cambios energéticos necesarios, juegan un papel fundamental. Un proceso que deja ganadores y perdedores, pero también oportunidades de inversión para obtener unas rentabilidades “más limpias”.
En un entorno de bajo crecimiento y tipos cero, la búsqueda de rentabilidad se intensifica. Una buena opción puede ser apostar por una estrategia de dividendos, siempre mirando más allá de la propia retribución, optando por empresas de calidad cuyos pagos sean recurrentes.
El coronavirus ha sido el factor determinante para los mercados en este 2020, elevando la rentabilidad de sectores como el tecnológico y hundiendo a otros como el turismo. Sin embargo, un puñado de valores acumulan subidas con independencia de la pandemia. Son las mejores compañías del Ibex 35, muchas de ellas todavía con potencial.
¿Cómo será el mundo dentro de 15 años? Esa es una pregunta difícil de contestar. Sin resolverla no podríamos encontrar la respuesta a qué tipo de activos o de inversiones serán los ganadores pensando en el largo plazo. Pese a que la cuestión no tiene una solución sencilla, la crisis del coronavirus ha acelerado muchos de los cambios sociales y económicos que se estaban produciendo, trayendo al presente tendencias del futuro. O mejor dicho, megatendencias.
El próximo 3 de noviembre, 227 millones de estadounidenses decidirán si Donald Trump permanecerá cuatro años más en la Casa Blanca o si esta tendrá un nuevo inquilino, el demócrata Joe Biden. Una cita con las urnas para la economía mundial, afectada por el coronavirus, donde están en juego las relaciones de EEUU con China, la política de estímulos del país contra la pandemia o la presión sobre la Fed.
El Ibex 35 sufre importantes caídas en 2020, un año marcado por la pandemia de coronavirus. A pesar del peor desempeño del índice español respecto al resto de Europa y Wall Street, hay valores del selectivo con potencial a largo plazo. En mucho de los casos, además, las caídas dejan niveles de entrada interesantes.