Los analistas siguen pendientes de un dibujo digno del mismo Dalí. Un escenario peligroso, lejos de figuras clásicas y con más trampas que pistas que dejan opiniones de todos los gustos y colores en lo que se ha convertido una autentica quimera: encontrar referencias técnicas fiables que no rompan nuestras expectativas con cada ligero rumor que se mueva en los mentideros del mercado.
Lejos quedan aún los mínimos vistos en marzo de 2009 cuando el Ibex 35 tocaba fondo y visitaba los 6.800 puntos. Pero no debemos olvidar el panorama general que cataliza la tendencia bajista de los principales mercados y que hace que ponernos en lo peor es algo más que catastrofista, es sencillamente una posibilidad real. De esta manera los valores directores del mercado español pueden haber iniciado un camino hacia el centro de la tierra, mínimos que coinciden con ese lejano soporte en los 6.817 puntos.
Dos activos se están cebando gracias a la tensión que se vive en los mercados. En momentos de pánico y desconcierto como el actual, dos nombres cobran fuerza y engordan sus cotizaciones mientras las bolsas se desinflan y muestran claros síntomas de inanición. Pero, ¿estamos ante una burbuja? El oro y el franco suizo son el destino de inversores que tratan de dormir tranquilos… ¿pueden?
Y en Agosto llegó la locura. Atrás queda aquél tópico en el que se aseguraba que el mes preferido por los españoles para las vacaciones es un mes tranquilo en el que nunca pasa nada. Tanto el ámbito bursátil como el ámbito macro han dejado un mes loco, esquizofrénico en algunas sesiones, lo que hace que las perspectivas para la segunda parte del año merezcan una revisión de nuestras estrategias. Atrás quedó el “en Agosto nunca pasa nada”.
Dos factores podrían cambiar el destino inmobiliario en España y con él, la complicada situación que las cotizadas del sector atraviesan. Por un lado podemos distinguir aquello que está directamente relacionado con cada compañía en aspectos técnicos y fundamentales; por otro y sin que sirva de precedentes, debemos abrir un pequeño paréntesis en el que las decisiones que se han tomado y se tomarán en los círculos políticos durante las próximas fechas van a influir en el mercado de las compañías del sector.
Las bolsas europeas dan continuidad al rebote de la jornada de ayer a pesar de que pesa la incertidumbre sobre la ralentización económica. En concreto el selectivo español avanza un ligero 0,7% a media sesión para conquistar los 8.340 puntos en una sesión en la que el euro cotiza sobre los 1,45 dólares. En cuanto al mercado de materias primas el barril de referencia en Europa el Brent, se ha situado en los 109 dólares.
La buena colocación de deuda efectuada por el Tesoro Público español no ha sido suficiente para amarrar un Ibex que se ha visto torpedeado por un mal dato de sentimiento económico en Alemania. Con una caída del 0,17%, el Ibex 35 se distancia de Europa que acaba con sus principales índices en positivo. En cuanto al mercado de materias primas el barril de referencia en Europa el Brent, se ha situado sobre los 108 dólares mientras que el euro se ha quedado sobre los 1,44 dólares.
La pérdida de los 1.200 puntos en el S&P es un claro síntoma de que el canal bajista está siendo tan cruento como podría esperarse. El plano técnico es fiel reflejo de una situación en la que el saco se llena de inconvenientes que hacen necesario tomarse un respiro para replantear las estrategias de inversión. Y es que las rebajas de rating ya planean también sobre Italia, Francia o Reino Unido
La película del segundo semestre no parece que vaya a suponer el gran papel para ningún actor novato. Bien es cierto que algunos valores reclaman su sitio y no lo hacen sin merecerlo pero parece que el guión del segundo semestre está escrito para los pesos pesados del mercado: los bancos. A pesar de ello no debemos dejar de
lado a actores secundarios que pueden arrancar el aplauso de los críticos más audaces.
Un país que crece de media un 10% es, por necesidad, una vía de escape para la crisis que vivimos en Europa y EEUU. China se ha convertido en objetivo empresarial de compañías de todo tipo de sectores en una huída de mercados agotados, en busca de desarrollo y nuevos planes estratégicos; algo que el inversor debe tener muy en cuenta a la hora de crear una cartera de valores compensada y de futuro.