Los indeseables eventos bélicos vividos en los últimos días nos están demostrando que, a pesar de su volatilidad, el mercado digital se está comportando como valor refugio. Su naturaleza descentralizada le convierte en el activo perfecto para resguardar el valor en situaciones en las que organismos nacionales pueden tomar decisiones perjudiciales para el poder adquisitivo de determinadas poblaciones. Si la desagradable escalada bélica continua las entradas de dinero serán superiores a las salidas por lo que se podría producir una revalorización superior a la actual.
A pesar de que recientemente parece que la correlación entre mercados tradicionales y mercados digitales es ligeramente superior, podríamos encontrar en el mismo rango de resultados (cercanos a 0,3) a la correlación de algunos de los índices de renta fija corporativa vs renta variable.
En el 2021 hemos visto cómo se afianzaba la inversión en activos digitales, o criptoactivos. La necesidad de incorporar este tipo de activo a nuestro patrimonio se transforma en una realidad. Para aquellas personas que estén en el momento de familiarizarse con este nuevo tipo de activo, desde pecunia256, vamos a enumerar las primeras diferencias y similitudes a tener en cuenta: