El mundo funciona con petróleo. El líquido oscuro, es el principal contribuyente al consumo energético mundial, con un 34%, seguido del carbón con un 27% y el gas natural%.

El combustible fósil también se ha infiltrado silenciosamente en todos los aspectos de nuestras vidas: desde pintura, detergentes y esmaltes de uñas hasta envases de plástico, equipos médicos, espumas de colchones, ropa y revestimientos para pantallas de televisión.

El año pasado, la demanda global alcanzó un récord de 100 millones de barriles por día, impulsada en parte por las necesidades de industrialización rápida de los mercados emergentes.

A medida que el mundo se despierta ante el catastrófico impacto del cambio climático, desde el aumento del nivel del mar y la sequía, hasta los incendios forestales y la pérdida de cultivos, los científicos han advertido sobre la necesidad de alejarse rápidamente de los combustibles fósiles. Sin embargo, nuestro uso ha aumentado un 62% en el transcurso de las últimas décadas, en comparación con 61,6 millones de barriles por día (b/d) en 1986.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) pronosticaque si los gobiernos continúan con las políticas actuales, la demanda global alcanzará los 121 millones de b/d para 2040. Cómo el mundo puede proporcionar abundantes suministros de energía mientras reduce drásticamente las emisiones, se ha convertido en uno de los temas definitorios de nuestro tiempo. El desafío es enorme.

Para mantener el calentamiento global "muy por debajo" de un aumento de 2C, la AIE dice que el mundo necesitaría soportar una caída en el consumo de petróleo a 67 millones de b/d para 2040. Los analistas ambientales argumentan que debemos aprender a sobrevivir en niveles mucho más bajos niveles, alrededor de 10 millones de b/d, y finalmente eliminarlo de nuestro sistema de energía por completo.

Fuente FT