La propuesta de Trump plantea preguntas sobre cómo se financiaría, en qué sectores invertiría y qué repercusiones tendría en la economía global.

¿Qué es un fondo soberano?

Un fondo soberano es un mecanismo estatal de inversión que gestiona activos financieros con el objetivo de generar rendimientos a largo plazo. Estos fondos suelen crearse con ingresos procedentes de excedentes comerciales, reservas de divisas o beneficios derivados de la explotación de recursos naturales.

En el caso de Estados Unidos, no existe un mecanismo equivalente, ya que el país ha optado tradicionalmente por un modelo en el que las inversiones y el desarrollo de activos estratégicos son liderados por el sector privado.

Objetivos y sectores estratégicos

La iniciativa de Trump busca aprovechar el potencial de los activos estadounidenses para generar beneficios directos para el país. El expresidente ha sugerido que un fondo soberano podría adquirir participaciones en empresas clave, como TikTok, o invertir en sectores estratégicos como la inteligencia artificial y la manufactura avanzada.

Este planteamiento responde a la creciente competencia global y a la necesidad de fortalecer la soberanía económica en un contexto de tensiones comerciales con China y otros actores internacionales.

Financiamiento y sostenibilidad

La creación de un fondo soberano en Estados Unidos podría, eso sí, representar una fuente de ingresos alternativa para el país, reduciendo su dependencia de la deuda externa.

Actualmente, el déficit fiscal es un tema recurrente en la política económica, y un fondo de inversión estatal es capaz de generar rendimientos suficientes para financiar programas públicos sin necesidad de aumentar los impuestos o recurrir a nuevos préstamos.

Sin embargo, la financiación inicial de este fondo sigue siendo una incógnita. Mientras que otros países han utilizado los ingresos de la exportación de petróleo o el superávit comercial para capitalizar sus fondos soberanos, Estados Unidos no cuenta con una fuente de ingresos gubernamental comparable para iniciar un fondo de esta magnitud sin afectar el equilibrio fiscal.

Otro aspecto clave es el impacto en los mercados financieros. Un fondo soberano estadounidense podría alterar la dinámica de inversión global, generando preocupaciones sobre el grado de intervención del Estado en la economía.

Invertir en empresas privadas o sectores estratégicos podría llevar a acusaciones de competencia desleal o manipulación del mercado. También podría generar tensiones con otros países que verían con recelo la participación del gobierno estadounidense en mercados internacionales a través de este mecanismo.

Implicaciones geopolíticas

En el ámbito geopolítico, la propuesta de Trump refuerza una vez más la estrategia de fortalecer la economía estadounidense frente a la competencia internacional. En los últimos años, China ha utilizado sus propios fondos soberanos para adquirir activos estratégicos en sectores clave, asegurando su influencia global.

Un fondo soberano estadounidense sería, que duda cabe, una respuesta a estas prácticas, asegurando que sectores fundamentales como la tecnología y la energía permanezcan bajo el control del país y no en manos de inversores extranjeros.

El sector tecnológico es uno de los principales objetivos de esta propuesta. Trump ha sugerido que el fondo soberano podría participar en la adquisición de TikTok u otras empresas con tecnología clave para la seguridad y el desarrollo económico de Estados Unidos. Esta estrategia se alinea con el enfoque de reforzar la industria nacional, evitando que compañías con datos y tecnología sensible caigan bajo la influencia de países rivales.

Los detractores de esta propuesta argumentan que la creación de un fondo soberano podría representar un peligro para la independencia económica de los ciudadanos y las empresas. Estados Unidos ha mantenido históricamente un enfoque en el que el Estado no interfiere en el mercado más allá de regulaciones básicas.

La introducción de un fondo soberano controlado por el gobierno podría significar un cambio en este modelo, dando más poder al Estado para influir en sectores clave de la economía.

Ejemplo del fondo soberano de Alaska

Por otro lado, existen precedentes dentro del propio país que podrían servir como referencia. Alaska cuenta con un fondo soberano estatal que gestiona los ingresos provenientes de la explotación del petróleo. Este fondo ha proporcionado beneficios directos a los ciudadanos, otorgando dividendos anuales a los residentes de Alaska.

Si se sigue este modelo, un fondo soberano a nivel nacional podría ser utilizado para distribuir beneficios a la población estadounidense, fortaleciendo el apoyo a la propuesta.

El debate sobre la viabilidad de un fondo soberano en Estados Unidos está lejos de resolverse. La propuesta de Trump pone sobre la mesa una discusión fundamental sobre el papel del Estado en la economía y los límites de la intervención gubernamental en el mercado.