Bitcoin acumula en lo que va de año un descenso del 49,35% y en los últimos seis meses del 37%. Estas caídas se producen después de que los bancos centrales hayan tenido que mover ficha al elevar los tipos de interés para combatir la inflación en las principales economías del mundo. Los activos de riesgo, como las acciones o las criptodivisas, han corregido con fuerza durante este 2022 y todo apunta a que el mercado seguirá mostrando debilidad hasta que los mercados no anticipen una estabilización de los tipos.
Desde que empezó la pandemia la correlación entre acciones con sesgo de crecimiento, como puedan ser las de las compañías tecnológicas, y el bitcoin se ha vuelto más palpable después de la importante inversión que han hecho empresas del sector como Tesla, MicroStrategy, Coinbase, Square… Las criptodivisas durante estos últimos años de gran volatilidad en los mercados de valores no han servido como activo refugio ni ha servidor para descorrelacionar cómo se llegó a evangelizar al comienzo y se mueven, en esencia, al son del Nasdaq o de las grandes tecnológicas de Wall Street.
“Las fortunas de Bitcoin, al menos en el corto y mediano plazo, continúan enganchadas al carro de otros activos de crecimiento de larga duración, como las acciones tecnológicas”, sostiene Jamie Douglas Coutts, analista senior de estructura de mercado de Bloomberg Intelligence en un informe.
El rebote del bitcoin que se empezó a gestar desde junio coincidió con las crecientes expectativas de los inversores de que la inflación ha llegado hasta sus máximos y por tanto la Reserva Federal comenzará a recortar los tipos de interés a partir de marzo de 2023. Unas perspectivas que se acrecentaron tras la declaración del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, el 27 de julio donde apuntó "a medida que la orientación de la política monetaria se endurezca aún más, es probable que resulte apropiado ralentizar el ritmo de los incrementos mientras evaluamos cómo nuestros ajustes de política monetaria están afectando a la economía y a la inflación".
Sin embargo, el gráfico de puntos de la última reunión de la Reserva Federal muestra que la mayoría de los banqueros prevén que los tipos alcancen un nivel del 3,75% a finales de 2023, antes de volver a bajar al 3,4% en 2024. Esta semana se celebra la reunión de Jackson Hole, por lo que cualquier declaración podría mover al mercado de acciones y también a las criptodivisas.
En septiembre, la Fed podría elevar el coste del dinero por tercera vez consecutiva en 75 puntos básicos. Una estrategia que ya ha anunciado que apoya el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, con el compromiso de la Fed de reducir la inflación al 2% desde el nivel actual del 8,5%. "Dado que la inflación se mantenía muy por encima del objetivo del Comité, los participantes consideraron que era necesario adoptar una postura restrictiva de la política para cumplir el mandato legislativo de promover el máximo empleo y la estabilidad de precios", recogieron las últimas actas de la reunión de julio de la Fed.
De hecho, la publicación de estas actas de la Reserva Federal el pasado 17 de agosto explican el frenazo de los mercados en los últimos días tras el rally alcista vivido en la primera quincena de agosto. Mientras el mercado no estime que los tipos de interés se van estabilizar en EEUU posiblemente los números rojos sigan penalizando a las acciones de crecimiento y a las criptodivisas.
El dólar supera la paridad con el euro
Otro viento en contra para el bitcoin es la fortaleza que muestra el dólar estadounidense frente a la mayoría de grandes divisas, cuyo indicador subió al nivel más alto en más de un mes. “En la corta existencia de bitcoin, ha tenido una relación inversa relativamente fuerte con el índice del dólar DXY”, comenta Sean Farrell, estratega de activos digitales de Fundstrat.
La cotización del euro frente al dólar ha vuelto a situarse brevemente este lunes por debajo de la paridad ante las perspectivas que apuntan a un creciente riesgo de recesión en la zona euro y a la espera de que a finales de esta semana se reúnan en Jackson Hole, representantes de la Reserva Federal de Estados Unidos y de otros bancos centrales.
De este modo, el cambio del euro frente al 'billete verde' llegó a bajar este lunes hasta los 0,9992 dólares desde los 1,0034 dólares del cierre anterior, aunque tras la apertura de las bolsas del Viejo Continente la moneda europea recuperó parte del terreno perdido y pasó a cambiarse por 1,0010 dólares.