Pero esa situación ya está prácticamente controlada, ya que muchas empresas se han dado cuenta de que competir solo con tarifas es como jugar con fuego y que, en ocasiones no tiene sentido. Es lo que tiene la competencia.
Hasta hace muy poco, Latinoamérica había sido un lugar en el que habían jugado solo unos cuantos grandes operadores. Por eso si hay una compañía que puede llamarse rival de Telefónica es la mexicana América Móvil; la empresa del multimillonario mexicano Carlos Slim.
Si la competencia ha sido hasta hace unos años un problema que Telefónica tenía en Europa, la reforma de las telecomunicaciones que impuso el gobierno mexicano en 2013 para evitar el monopolio de Slim ha venido a reeditar esa forma de guerra también en este país.
Los propios directivos de la empresa española explican que “los resultados de Telefónica México del segundo trimestre continúan afectados por la negativa evolución del entorno competitivo, con tarifas ilimitadas por parte de todos los operadores en prepago así como acceso ilimitado a redes sociales, lo que ha supuesto un incremento del tráfico y fuertes caídas en los precios medios unitarios de voz y de datos”.
A pesar de que América Móvil se vio obligada a vender una parte de sus activos para hacer frente a esta ley, lo cierto es que sigue siendo la operadora predominante en el país en el que recientemente ha entrado también el gigante americano AT&T.
Si observamos su comportamiento en bolsa, vemos que tanto América Móvil como Telefónica llevan un camino muy parecido en los mercados en lo que va de año. Desde enero, Telefónica se deja un 8,6% y América Móvil un 7,01%.
Las perspectivas para los analistas son mejores para la operadora española. De todos los análisis que sigue Facset, un 45% apuesta por comprar Telefónica, un 35% opta por mantener y un 19% apuesta por las ventas. El precio objetivo del consenso es de 10,86 euros por acción, lo que le daría un potencial de algo más de un 16%.
Para América Móvil, un 11% opta por comprar, un 79% aconseja mantener y un 11% apuesta por las ventas. El precio objetivo le otorga un potencial de casi un 14% en bolsa.
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión otorgan a la compañía española 3,5 puntos, en una escala que va del cero al 10 y que sitúan a la empresa en fase de rebote.
Mientras que la tendencia a medio plazo es bajista, cambia a alcista en el largo plazo.
En estos momentos uno de los puntos más conflictivos en la cotización de Telefónica es su deuda, sobre todo después de que las autoridades europeas de la competencia echaran por tierra la venta de su filial británica O2 a Hutchinson Wampoa. Esta semana la prensa inglesa asegura que la compañía avanza en sus planes de sacar a bolsa la compañía por unos 10.000 millones de libras.
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