Las bajadas de tipos en los últimos compases del año siguen tomando peso para los bancos centrales y la Reserva Federal tiene un ojo puesto en las elecciones estadounidenses. Además, a todo esto se le suma la inestabilidad geopolítica y la volatilidad en las bolsas, lo que hace pensar que será un final de año entretenido para el mercado.
En este último encuentro organizado por Estrategias de Inversión, se analizaron las tendencias actuales, oportunidades de inversión y los riesgos más firmes que están en el foco de los expertos.
Una de las grandes tendencias que se ven actualmente en el mercado son las tecnológicas. De hecho, si vemos lo que ha ocurrido en los mercados desde comienzos de los 2000, nos daremos cuenta que en el S&P 500 de aquella época los diez mayores componentes tenían representación de todos los sectores y ahora, de las 10 primeras compañías, 9 son tecnología con lo que claramente se puede poner sobre la mesa qué es lo que ha valorado el mercado o qué ha funcionado mejor en cuanto a valoración bursátil. La idea que subyace, más que tecnología, es la innovación que es algo que seguirá a futuro y en los próximos años, el mercado seguirá valorando todo aquello que crea innovación.
Sin embargo, en el entorno actual, una de las oportunidades de las que cada vez hablan más expertos es la de las compañías de menor capitalización. Sectores como “la tecnología médica, ya que Europa juega un rol de liderazgo global desde hace muchas décadas allí; la innovación digital, el desarrollo de software; semiconductores, ya que toda la cadena de valor de semiconductores proveedores de tecnología son prácticamente los mejores europeos; luego tienes también automatización industrial; robótica; inteligencia artificial; ciberseguridad; o Big Data. Esos son sectores en donde nosotros encontramos compañías muy interesantes en este segmento de pequeña y mediana capitalización”·, dice Francisco Rodríguez D´Achille, desde Lonvia
Aunque la evolución del Russell 2000, el índice de valores de pequeña capitalización estadounidenses, ha dejado mucho que desear en los tres últimos años comparada con la del S&P 500: retrocedió un 6,8%, frente a la ganancia del 31% que se anotó el S&P 500, una diferencia de valoración inusitada, , hay indicios de que el desapego por las small caps podría haberse acabado. Los riesgos han disminuido o bien no se han materializado como se temía, lo que ha mejorado sustancialmente su perfil rentabilidad/riesgo, dicen los expertos de DPAM.
A pesar de ello, parece que estamos ante un buen momento para invertir en valores de menor capitalización y, en concreto europeos. Una región que aglutina un gran número de compañías con un tamaño de mercado inferior. Aunque si se habla de Europa, el M&G (Lux) European Strategic Value Fund es una oportunidad de inversión que destaca por su enfoque distintivo en el mercado europeo. “Bajo la dirección de Richard Halle, un experimentado gestor con más de dos décadas en el sector, este fondo adopta la filosofía de “inversión en valor”. Esta estrategia consiste en identificar y adquirir acciones de empresas europeas que, por diversas razones, están siendo subestimadas en el mercado. El fondo apunta a capturar el potencial de revalorización de estas acciones, generando un rendimiento superior al promedio de los índices europeos, específicamente al MSCI Europe Net Return”, dice Carlos Arenas, analista de fondos en Estrategias de inversión.
Un experto que también habla de la importancia de algunas temáticas en cartera como las de las ciudades inteligentes. Y aquí entra el detalle importante; el fondo Schroder ISF Global Cities no se conforma con identificar ciudades atractivas, sino que también utiliza un análisis de datos profundo para entender el potencial de cada zona. No solo estudian indicadores económicos tradicionales, como el PIB, sino que también se basan en datos innovadores, como la actividad de los teléfonos móviles, para captar el pulso de las áreas emergentes dentro de estas ciudades. De este modo, se aseguran de que las inversiones no solo sean rentables, sino que también estén alineadas con tendencias sostenibles a largo plazo.
¿Y en renta fija? “Si nos enfocamos en el riesgo de crédito, preferimos los activos de mayor calidad, ya que se está pagando bastante bien a lo largo de la curva en diferentes mercados. Creemos que el tramo corto de la curva ofrece un poco más de valor, especialmente en Europa, y quizá un poco menos en Estados Unidos. En crédito de todas las duraciones, es difícil encontrar valor en la deuda de grado de inversión en EEUU, ya que los diferenciales de crédito son tan ajustados como no lo eran desde 2006, lo que hace difícil verlo como una gran oportunidad. En el mercado de high yield, los bonos de alto rendimiento en Europa parecen un poco más baratos en comparación con los de alto rendimiento en EEUU y Asia”, dice Steve Bramley - Head of European Fixed Income Investment Directing - Fidelity International.
Por último, otra de las tendencias que cada vez más gestoras ven como algo estructural es el private equity y las inversiones alternativas. Juan Rodríguez- Fraile, Country Manager Iberia y Latam de Groupama reconoce que “el auge y democratización de los mercados privados por parte de los clientes finales es un tema muy interesante porque permite diversificar una parte de la cartera, quitándole la volatilidad del mercado y consiguiendo rentabilidades atractivas, el mayor pero es quizá la iliquidez. Es verdad que el mercado de alternativos en España todavía es bastante pequeño comparado con otros mercados pero su auge ha venido a raíz de los tipos negativos, que hizo que la Banca Privada se diera cuenta de que tenía ofrecer rendimientos positivos a sus clientes mediante la diversificación y con productos diferentes”.
Un tipo de inversión que aporta a una cartera convencional “una rentabilidad anual mucho más elevada, entre un 5 y un 10% de rentabilidad extra anualizada; te aporta diversificación, ya que accedes a oportunidades de inversión descorrelacionadas con el resto de inversiones que puedas tener en tu cartera de compañías cotizadas; y te reduce drásticamente la volatilidad de tu cartera, ya que cuando inviertes en los mercados financieros hay una fluctuación intradía en la que la cartera oscila en función de la variación del precio de las acciones y de las participaciones, y en el caso del private equity no es así, los agentes externos afectan mucho menos porque las compañías no participan en un mercado cotizado”, dice Ramiro Iglesias, CEO y cofundador de Crescenta.