1. Contexto global
El crecimiento de la economía mundial se mantiene moderado y heterogéneo. Sectores como los servicios muestran mayor dinamismo frente a la debilidad persistente en las manufacturas. "La economía mundial creció en el tercer trimestre a un ritmo similar al del precedente, y se mantuvo un comportamiento muy heterogéneo por sectores y geografías".
En cuanto a la inflación, aunque se observan avances en el proceso de desinflación, las presiones inflacionistas en servicios continúan mostrando resistencia a la baja. Esto podría ralentizar el impacto de las políticas monetarias recientes: "El proceso de desinflación se ha consolidado a escala global, si bien las presiones inflacionistas en los servicios continúan mostrando una cierta resistencia".
2. Crecimiento del PIB en España
En el tercer trimestre de 2024, el PIB español registró un crecimiento del 0,8% intertrimestral. En términos interanuales, el avance fue del 3,4%, gracias principalmente al impulso de la demanda interna.
Para el cuarto trimestre, se espera un crecimiento firme del PIB, situado entre el 0,6% y el 0,7% intertrimestral, respaldado por indicadores de empleo, consumo y confianza. Sin embargo, estas previsiones podrían ser optimistas si persisten ciertos riesgos estructurales como la debilidad de la inversión empresarial.
3. Consumo privado e inversión
El consumo privado sigue siendo el principal motor del crecimiento, con tasas intertrimestrales cercanas al 1%. Este dinamismo está sustentado por la mejora del mercado laboral, las condiciones financieras más favorables y un alto nivel de ahorro familiar acumulado. "Se espera que el consumo de las familias siga siendo uno de los principales soportes del crecimiento".
En contraste, la inversión empresarial ha mostrado un crecimiento peligrosamente bajo, situándose 1,6 puntos porcentuales por debajo de su nivel previo a la pandemia.
4. Sector exterior
Las exportaciones han mantenido un buen desempeño, creciendo a un ritmo interanual del 5,1% en el tercer trimestre, impulsadas por los servicios (+13,4%). Sin embargo, el aumento de las importaciones ha moderado la contribución neta de la demanda externa. "Las exportaciones avanzaron a una robusta tasa interanual del 5,1 %, impulsadas por los servicios" (p. 24).
5. Proyecciones macroeconómicas
El Banco de España revisó al alza sus proyecciones para el PIB en 2024, estimando un crecimiento del 3,1%, seguido de una desaceleración gradual hasta el 1,7% en 2027. Aunque positivo, este escenario está condicionado al cumplimiento de ciertos supuestos fiscales y estructurales, que no están del todo claros.
La inflación, que ya hemos mencionado en el contexto global, se prevé que modere gradualmente: 2,9% en 2024, 2,1% en 2025 y 1,7% en 2026. Estos niveles, aunque alentadores, podrían verse afectados por tensiones geopolíticas o choques de oferta.
6. Desafíos fiscales
Uno de los principales retos es el déficit público, que podría superar el 3% del PIB en 2024 debido a los gastos extraordinarios asociados a las inundaciones (DANA). Además, el cumplimiento del Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo requerirá un ajuste fiscal adicional, estimado en torno a 1-2 puntos porcentuales del PIB. Este ajuste, si no se diseña cuidadosamente, podría tener un impacto negativo en el crecimiento económico. Además, aunque esto no lo menciona explícitamente el informe del Banco de España, puede suponer un riesgo de incumplimiento de Protocolo Excesivo de Déficit.
7. Riesgos e incertidumbres
En el ámbito internacional, el proteccionismo comercial de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas representan riesgos a la baja para la economía española. Internamente, la incertidumbre sobre la inversión empresarial y las reformas estructurales necesarias podría frenar el crecimiento. De hecho -de nuevo no lo dice el Banco de España- el ajuste necesario conllevará mayores impuestos a una ya asfixiada ciudadanía o recortes del gasto. Según la senda del Gobierno es mucho más plausible esta segunda opción.
Además, los riesgos asociados al envejecimiento poblacional y la sostenibilidad del sistema de pensiones continúan siendo cuestiones críticas que requieren atención urgente. Da qué pensar (y no para cosas positivas) que el propio Banco de España diga esto. Recordemos que lo dirige Escrivá, otrora ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.