Probablemente si usted fuera directivo de una compañía jamás se le ocurriría fusionar dos empresas que de forma recurrente dan pérdidas. Sin embargo, si usted es el presidente de las dos corporaciones, se llama Elon Musk y una de sus pretensiones vitales es cambiar el mundo, quizá no se lo pensaría dos veces.
 

Y eso es lo que ha hecho el principal directivo de las dos empresas; ha planteado que Tesla –el fabricante de coches eléctricos- ofrezca  2.800 millones de dólares  para hacerse con SolarCity. Esto implicaría una prima de más de un 35% sobre el precio de cierre del martes.
 
Si miramos  el comunicado de Tesla vemos que la compañía dice que “ha llegado la hora de completar el cuadro”.  Musk quiere que sus clientes compren sus coches eléctricos, que lo recarguen en una casa en la que haya paneles solares de SolarCity y que acumulen la energía en las baterías portátiles que ya comercializa en Estados Unidos. Lo que quiere hacer el empresario australiano es hacer un gigante de las energías limpias.  Hay que recordar que Musk controla un 22% de la solar y un 21% del fabricante de coches.
 

En lo que se refiere al negocio, la compañía explica que “la combinación de las dos empresas proporcionaría beneficios para los accionistas, los clientes y los empleados”.
 
Sin embargo parece que los accionistas tienen ciertas reservas, o mucho. Así, el día del anuncio, las acciones de Tesla se desplomaron un 1o%, mientras que las de SolarCity subieron un 5%.  
 
No es de extrañar. Tesla compra una compañía que jamás ha dado beneficios. Lo hace, eso sí, después de que sus acciones hayan caído casi un 60% desde que comenzó el ejercicio.
 
Por si fuera poco, la historia de Tesla que ahora parece brillante, a tenor de las peticiones que ha recibido para su modelo más asequible tampoco está exenta de incertidumbres.  Son muchos los expertos que consideran que  la compañía no está preparada para fabricar todos los vehículos que se le han requerido, aunque eso se verá en los próximos meses.
 
De hecho, esta operación se va a financiar con deuda, un dinero que muchos analistas creen que Tesla podría detraer de la inversión necesaria para seguir adelante con la fabricación del Model 3.
 
Por el momento,  el consenso espera que la empresa duplique sus ventas este año y que alcance beneficios anuales por primera vez en su historia al ganar 100 millones de dólares.
 
El consenso está muy dividido con estas dos compañías. Por un lado, un 40% apuesta por comprar Tesla con un precio objetivo de 267 dólares por acción. El resto se distribuyen a partes iguales entre la apuesta por mantener y las de ventas.
 
En el caso de SolarCity un 41% apuesta por comprar, un 53% por mantener y un 6% por vender.
 
Quizá la operación a nivel financiero tenga sus flecos, pero hay que tener en cuenta que la hace un hombre que casi siempre ha triunfado en sus proyectos y que, entre otras cosas, su filosofía pasa por mejorar el mundo. ¿Es esta una fórmula viable?

tesla y solarcity

 
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